Estamos en unos días donde el pánico gubernamental por la pandemia vuelve con las medidas coercitivas. Vuelve con el ‘decretismo’, la imposición y la perfidia.

No hay otra manera, como demuestran pueden enfrentar la situación que vivimos y que no apunta en lo cercano a tener una solución definitiva y contundente o por lo menos paliativa mientras llega la vacuna. Tema también embolatado por los hechos develados al privatizar las vacunas.

Nuestro punto de vista y análisis de la situación:

1. La ley coercitiva, toques de queda, son lo único para mostrar por parte de nuestros gobernantes, porque el grueso de los recursos que se tuvieron para fortalecer el sistema hospitalario y de salud que debió ser en fortalecer las unidades de cuidados intensivos, incrementar las camas y los insumos hospitalarios y demás, otorgar un buen salario al personal médico, de enfermería y asistencial, lo desviaron para otros asuntos que no apuntan directamente a contener la crisis pandémica en la salud y lo social, unido a que una campaña de Cultura ciudadana, sostenida en el tiempo, por diferentes medios y en todas las esferas no se realizó.

Ello constituye la mayor irresponsabilidad de los gobiernos Nacional, departamental y municipal.

2. 2. La responsabilidad del contagio no es del gobierno, pero la atención a los pacientes, especialmente críticos es responsabilidad de los gobiernos Nacional, Departamental, Municipal.

La insuficiencia en atención y su terapia farmacológica es en su totalidad su responsabilidad, vale decir concluyentemente, las muertes en Colombia son por responsabilidad del gobierno, no el contagio.

Una cosa es diferente a la otra, no se debe confundir y hacia ello nos llevan cuando quieren hacer recaer la culpa en los ciudadanos y la posible desobediencia civil.

3. La realidad del virus es que está con nosotros. No sabemos dónde: en casa, en el trabajo, en cualquier lugar. La única posibilidad de protegernos es adoptar el protocolo de Bioseguridad Personal: distanciamiento social, uso de tapabocas, lavado de manos y uso de alcohol antes y después de la manipulación de objetos.

Sin embargo, su cumplimento se ve afectado por la posible indisciplina de la ciudadanía, afirmación apriori, y que no se tuvo un incentivo sostenido para mantener y generar cultura ciudadana por parte de la Administración municipal o Gobierno departamental, y en gran medida, por la falta de garantías económicas como la renta básica que permita mantener la capacidad adquisitiva de la población evitando así la necesidad de tener que salir día a día a buscar recursos para sus necesidades; la necesidad hace desafiar lo que sea menester.

4. La otra pandemia que está ya no incubando, sino desarrollándose y con lamentables y tristes desenlace es la económica: el cierre de locales, la quiebra de empresas, el desempleo que en Ipiales triplica cuando menos el nacional, son datos del gremio de comerciantes, Empresarios y Profesionales Unidos de la Frontera, ACEPROF. Quienes tenían 10 empleos ahora tienen 5, quienes tenían 5 ahora 3 o 2 y así, situación laboral que no se está buscando contener de forma eficaz por ninguno de los entes gubernamentales responsables, la situación no da para más y la economía va pa’ bajo, aún más con la indolencia de nuestros gobernantes que no hacen nada en su ayuda y solo con decretos quieren cambiar una realidad asfixiante.

La reactivación económica es una necesidad y un objetivo primordial hoy día.

Qué se requiere frente a esta realidad agobiante: urge que alcalde y gobernador asuman la tarea de liderar el trabajo para la consecución de alivios y ayudas y sus administraciones también los otorguen.

La decisión que el gobierno Nacional a través de sus ministros de comercio y de Hacienda, tome la decisión de decretar para esta región la emergencia económica comercial, para ello se hace necesario que el ministro haga presencia en Ipiales y conjuntamente se estudie la realidad y sus soluciones.

Entre esas medidas está: No se cobre el IVA a las compras y a las ventas; se decreten alivios en todos los impuestos; se otorguen créditos con plazos de gracia amplio a unas tasas justas debido a la situación; se dé ayuda efectiva a la nómina y al empleo en la ciudad; se busquen acciones de economía Fiscal, de gasto público para reactivar la demanda; se proteja  a los productos del agro de la región, no permitiendo más importaciones de Leche y de papá; generando mecanismos desde los gobiernos Departamental, Municipal y por supuesto Nacional, para la unión de agro y la industria,  la industrialización en todas sus fases y áreas; que haya una persona encargada para asuntos de frontera sur directa del gobierno Nacional y otros asuntos que se obligarán si hay eco y trabajo serio por parte de nuestros gobernantes.

Por lo visto urge, entonces, un Cambio hacia el país que todos queremos, incluyente, protector de la empresa, de su economía, del agro, industria, de los derechos civiles y humanos y ello deberá ser con la participación del ciudadano, del comerciante, del empresario, del profesional para que ponga su hombro, su participación y todos así se busque la construcción de un mejor porvenir.

Para ello se requiere que nuestros gobernantes -lo repetimos- entren en un diálogo constructivo y de trabajo con los sectores económicos, para con ellos construir una agenda de trabajo y de acciones. No hay otra manera, sino estaremos perdidos en el limbo de la desidia.

districelma@hotmail.com