La pavimentación más cara de Colombia
Por: Alfonso Cabrera J.
La pavimentación de la carrera segunda, en el tramo del Terminal de Transporte hasta el Hospital, en una extensión de 2 kilómetros y 300 metros, fue contratada en la actual administración con el objeto de cambio de redes de acueducto y alcantarillado, la pavimentación de la vía y los andenes.
Esta obra fue priorizada, gestionada y presupuestada por la anterior alcaldía de Ricardo Romero, para la cual se destinaron $15.000 millones de pesos, al final de su periodo, sin que haya alcanzado a contratar.
Fernando Villota contrato la obra en agosto de 2021. El alcalde como en la mayoría de proyectos anteriores, dijo que el diseño estaba mal hecho y volvió a pagar los diseños. El alcalde es generoso con la plata de los ipialeños. En efecto hizo una adición de $5.000 millones más, para un total de $20.000 millones destinados a esta obra. El aporte lo hizo la gobernación con $3.500 y la alcaldía puso $1.500 millones de la sobretasa de la gasolina, dejando a la ciudad sin parcheo de calles.
El contrato lo ganó el consorcio Vial 2020, bajo responsabilidad de los ingenieros Óscar Puchana y Fernando Rivera, que en un principio no cumplían los requisitos, pero que de alguna manera subsanaron sus falencias y contrataron.
La interventoría le correspondió a la firma Promaco de Cali, los vecinos dicen que un día llegó un viejito de la empresa y se sorprendió de la negligencia de la obra y de la paciencia de la gente del barrio.
El alcalde ha hecho varias reuniones con el barrio adivinando fechas de entrega y fallando todas, la primera fue el 30 de agosto de 2022, luego le apostó a mayo de 2023, luego para agosto y últimamente parece que va a dejar la entrega para la época de elecciones en octubre, nada raro, la gente recuerda que, en una alcaldía pasada, el alcalde Villota organizó un desfile de tubos de alcantarillado para elecciones.
Una obra de esta naturaleza, dicen los ingenieros, con toda la plata se hace en seis a ocho meses, pero esta administración va más de dos años.
El alcalde en las reuniones pasadas también prometió terminar la obra en su totalidad, pero a última hora salió con el cuento de que no le alcanza, que los andenes los termine cada propietario.
Hablando con un ingeniero nos cuenta que un kilómetro de pavimento se lo termina con $3.000 millones de pesos, el mismo profesional afirma que en la obra de la doble calzada Pasto – Rumichaca, el kilómetro incluida la compra de predios costo $5.000 millones de pesos. Pero en Ipiales, el kilómetro término costando $10.000 millones, con esa plata se pudo remodelar todas las casas del trayecto. Esta obra se convirtió en los dos kilómetros más caros del país.
A raíz de esta obra vale la pena reflexionar sobre el alcantarillado, en Ipiales no se ha terminado de hacer la reposición de la tubería, una obligación de la empresa de acueducto que se supone pagamos mensualmente hace décadas. Precisamente este trayecto tenía tubos del cancerígeno asbesto cemento, un material ya prohibido.
El casco urbano de Ipiales todavía tiene redes en hierro galvanizado y asbesto cemento, envenenando a la gente. Nunca hubo plan maestro de alcantarillado, si ni siquiera hay catastro de redes. El problema mayor es que el maestro Pinchao está enfermo y después nadie va a saber dónde están las válvulas, a que profundidad, el diámetro, y donde hay tubos de hierro o de asbesto. El alcalde orgulloso dice que el agua es potable en la planta de tratamiento, pero nada dice del tipo de agua que llega a las casas después de pasar por las tuberías podridas.
Finalmente, peor que la negligencia y el derroche de dinero, es la crueldad, la falta de sensibilidad humana con el pueblo, por los perjuicios que causa a cientos de familias, por la negligencia de la obra, la obra se suspendió numerosas veces, con daños terribles a la economía de las familias de los barrios afectados, decenas de locales comerciales cerraron, las familias perdieron sus ingresos, otros tuvieron que irse del barrio a buscar mejores oportunidades, sin compensación, solo a las grandes bodegas se les facilitó el acceso.
Se conoce que esta obra ha sido demandada ante la contraloría, ¿será que pasa algo?
luisalfonsocabrera@yahoo.es
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Excelente información, fácil de entender.