De este acontecimiento trascendental se harán muchos análisis y se publicarán muchos libros, de mi parte, en este pequeño espacio solo quiero resaltar la emoción de ver cambios inmediatos, como fue el empalme de la vicepresidencia a cargo de Francia Márquez y Marta Lucia Ramírez, encuentro registrado en una fotografía que resume la diferencia de dos formas de ser y de gobernar, un indicio que nos anticipa el estilo de la nueva administración.

La fotografía fue tomada el 24 de junio en la sede vicepresidencial, en el primer encuentro de empalme entre Marta Lucia Ramírez y Francia Márquez, en la foto se ve a Francia muy respetuosa saludando a las empleadas de servicios generales de la vicepresidencia, mientras, Marta Lucia Ramírez, indiferente, se peina distraída, ocultando su vergüenza.

En otro momento, Francia Márquez se hizo viral al manifestar su alegría espontanea al recibir sus credenciales como vicepresidenta 2022-2026, en la ceremonia Francia empezó a bailar al ritmo de las marimbas del pacifico, porque su piel no miente, ella no se mueve con las formalidades frías de los salones oficiales, su sangre se mueve al ritmo del sol, el viento y los ríos del Cauca, y su sonrisa silvestre no tiene el falso disimulo de los protocolos. La próxima reunión de Francia, seguramente será muy alegre y franca, con su homóloga norteamericana Kamala Harris. 

Es la alegría de una nueva era, de un nuevo estilo, en el pasado quedan dos siglos del estilo de derecha, conservador, discriminador, orgulloso, clasista, de jugaditas, mercantilista, elitista, depredador, consumista, de los privilegios y los privilegiados, de los finos y los elegantes.

Ahora la democracia debe permitir un nuevo liderazgo, una nueva era social, en la que se prioriza la vida digna, la naturaleza, la mujer cuidadora de la vida, la madre tierra y el territorio, la paz, la producción de alimentos, la era de los acuerdos y los pactos, la familia, la infancia, la cultura de los pueblos y la educación por encima de los negocios y los contratos.

Es el nuevo estilo de vivir sabroso, sin derroche ni corrupción, todo lo contrario, el goce de vivir en el hogar, con la familia, disfrutando la cultura del pueblo, sin miedo, con los otros y las otras, trabajando en la minga, en la casa de todos. En la Casa de Nariño no van a haber patrones, sino compañeros y compañeras que se respetan y trabajan juntos por el nuevo país.

luisalfonsocabrera@yahoo.es