Corregimiento de Las Lajas, Ipiales, Nariño
Corregimiento de Las Lajas.
Hacia la parte sur-oriental del municipio de Ipiales se encuentra el corregimiento de Las Lajas, aquí se ubica el santuario de su mismo nombre, considerado como uno de los más bellos del mundo por su topografía accidentada y atrevida arquitectura medieval, construido en un espacio muy abrupto del río Guáitara, que los peregrinos se impresionan y le dan un valor solemne y religioso.
El santuario de Las Lajas, por las características antes descritas es visitado por peregrinos que vienen de diferentes partes del mundo, generando en el corregimiento de las Lajas en particular y en el municipio en general servicios y funciones complementarias que permiten a sus habitantes desarrollar actividades comerciales con artículos religiosos, visitas turísticas, desarrollo del transporte, infraestructura de servicio hotelero y comercialización de artesanías; de igual manera la organización espacial se desarrolla en un corredor comercial que se extiende desde la ciudad de Ipiales hasta la basílica y a la vez se ha desarrollado una economía importante en el área de influencia alrededor de la basílica.
Las Lajas ha sido un lugar donde, además del fervor religioso, los ipialeños han podido establecerse como pequeños comerciantes aprovechando la actividad turistica que allí se desarrolla.
Lastimosamente, el desarrollo arquitectonico del Corregimiento ha sufrido transfomarciones debido a conflagraciones, de dudosa procedencia, y el desorden en las construcciones que allí se ha permitido.
Los espacios funcionales en torno a la basílica presentan: un colegio, una institución que imparte educación primaria, una emisora, hoteles, restaurantes, mercado informal y una inspección de policía, los cuales permiten satisfacer las necesidades de tipo educativo, de servicios públicos, comercio y de seguridad social a sus habitantes al igual que a los visitantes.
Corregimiento de La Victoria.
El Corregimiento de La Victoria se encuentra localizado al sur-oriente del municipio de Ipiales en la vertiente oriental de la cordillera Centro Oriental, sitio de paso obligado entre la región Andina y el Pie de Monte Amazónico, punto de referencia para el proceso de colonización de esta región que se dio a comienzos de este siglo, en el cual se detectan cinco corrientes migratorias registradas en sus actas y documentos de fundación y algunos testimonios orales.
El proceso de colonización del corregimiento de La Victoria data desde 1900, la cual se legaliza como jurisdicción colombiana en 1917(Según Acta de fundación de La Victoria No. 2 de 1914).
El primer grupo migratorio que se estableció en la región, en el año de 1900 fue por parte de campesinos, artesanos y fugitivos de las guerras civiles, que según versiones de sus habitantes al verse perseguidos se instalaron en el valle del Pun, sector que en la actualidad comprende las veredas de El Salado, San Antonio, La Palma y San Jorge pertenecientes a Colombia y las poblaciones de El Carmelo, Santa Bárbara, Cartagena y la Bonita en la república del Ecuador.
Los inmigrante procedían de poblaciones colombianas como: Ipiales, Potosí y Córdoba, la cual fue reforzada por los caucheros provenientes de la región amazónica en la frontera con el Brasil, para lo cual se requería abundante mano de obra. (Chávez, 1960: 125).
Esta migración trajo consigo la intervención del hombre sobre el bosque natural, modificando el espacio mediante la apertura de trochas y establecimiento de viviendas dispersas, que se ubicaron a lo largo de esta ruta. La población inicial para subsistir utiliza la actividad de la caza de los animales del entorno como la danta, pavo, venados. Y para cocer los alimentos y la construcción de viviendas utilizaron la madera extraída del bosque especialmente pino colombiano, yalte, amarillo, chachajo, cedro y guandera.
Una segunda migración se asentó en la región, aproximadamente a partir de 1914 por colonos procedentes de Potosí, que llegaron con la idea de fundar un pueblo como consta en el Acta No. 2 de Fundación de la Victoria del 29 de marzo de 1914; pero por fricciones políticas e intereses económicos de poder y espacio con los colonos ya establecidos fracasó este intento.
Según tradición oral y específicamente el testimonio del Profesor Gilberto Pineda, oriundo de la región y autor de libro: La Victoria y el Sur-Oriente de Ipiales, Aspectos Históricos y geográficos ( Graficolor, Pasto 2015), manifiesta que mediante el tratado fronterizo “Suárez-Muñoz Vernaza” que se firmó en 1916, Colombia cedió al Ecuador una área aproximada de 30.000 kilómetros cuadrados equivalentes al actual departamento de Nariño, que incluía una zona de reserva productiva y rica en recursos naturales, (zona de El Carmelo hoy territorio ecuatoriano). El sentir patriótico de los colonos los obligó a fundar una población en el área colombiana con grupos procedentes de Potosí, Ipiales, Pupiales, Córdoba y Gualmatán, que ingresaron al área por la ruta de Yaramal.
La fundación de La Victoria se oficializa el 21 de Junio de 1917 (Según Acta de fundación No. 5 de 1917). Por la necesidad de organizar la población se procedió a talar una vasta extensión del bosque y se le denominó La Victoria, nombre dado por sus moradores, debido a la abundancia de calabazas, a las que los colonos llamaban comúnmente victorias.
Otra versión expresa que, el nombre de “La Victoria” se originó a raíz del pleito ganado a la Universidad de Nariño por los colonos, quienes se sentían perjudicados cuando el gobierno departamental les cedió 10.000 hectáreas de tierras baldías pertenecientes a los corregimientos de El Encano y La Victoria.
La tercera migración se lleva a cabo en 1.930, época que coincide con la recesión económica mundial del 29, migración constituida fundamentalmente por grupos procedentes de Potosí, Puerres, Ipiales, Pupiales y Pasto, quienes convierten a La Victoria en un centro de explotación maderera, recurso que se había constituido en una fuente importante de ingresos al ser comercializada. La tala del bosque y el incremento de la población hicieron posible un reordenamiento y valorización del espacio al dedicar gran parte de esas tierras a actividades agropecuarias.
La fundación de La Victoria se oficializa el 21 de Junio de 1917 (Según Acta de fundación No. 5 de 1917). Por la necesidad de organizar la población se procedió a talar una vasta extensión del bosque y se le denominó La Victoria, nombre dado por sus moradores, debido a la abundancia de calabazas, a las que los colonos llamaban comúnmente victorias.
Las variantes del COVID-19 pueden representar una mayor capacidad de contagio, por eso evita las aglomeraciones y refuerza las medidas de prevención que ya conocemos: 1. Lávese las manos con frecuencia, 2. No saludes a la gente con besos o apretones de mano, 3. Si toses, cúbrete la boca con el codo flexionado o con un pañuelo desechable, 4. Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca, 5. Si tienes fiebre o dificultad para respirar, solicita atención médica. Sigue las indicaciones de las autoridades locales y nacionales.
Otra versión expresa que, el nombre de “La Victoria” se originó a raíz del pleito ganado a la Universidad de Nariño por los colonos, quienes se sentían perjudicados cuando el gobierno departamental les cedió 10.000 hectáreas de tierras baldías pertenecientes a los corregimientos de El Encano y La Victoria.
La tercera migración se lleva a cabo en 1.930, época que coincide con la recesión económica mundial del 29, migración constituida fundamentalmente por grupos procedentes de Potosí, Puerres, Ipiales, Pupiales y Pasto, quienes convierten a La Victoria en un centro de explotación maderera, recurso que se había constituido en una fuente importante de ingresos al ser comercializada. La tala del bosque y el incremento de la población hicieron posible un reordenamiento y valorización del espacio al dedicar gran parte de esas tierras a actividades agropecuarias.
Una cuarta migración se realiza en el año de 1950 hacia el sur-oriente de Nariño, especialmente hacia La Victoria, Los Alisales, Monopamba y Llorente, fecha de mayor crisis política y social en el país, período donde se agudiza la violencia en Colombia, el campesino es sacado de sus propiedades y obligado a emigrar a otros frentes de colonización. Cerón, (1985) manifiesta que en el departamento se incrementa la pauperización del campesinado, es decir cuando se hace evidente el grado de hacinamiento al no tener posibilidad de ampliación de la frontera agrícola, la ausencia de nuevas tecnologías y al no poder involucrar actividades productivas en Pasto y los centros regionales, emigran a estas tierras no cultivadas y no apropiadas jurídicamente.
Una quinta migración se llevó a cabo en 1976 en el territorio comprendido entre los ríos Guamuez, San Miguel, Churuyaco en Colombia y Aguarico en el Ecuador, quienes al dispersarse en esta región entraron en contacto con comunidades indígenas, reducto de los Kofanes.
A partir de entonces el ingreso de nuevos habitantes a la región es constante y el proceso de colonización avanza hacia el oriente sobre terrenos baldíos por la necesidad de convertirse en propietarios y establecer su hogar. En la actualidad la colonización avanza hacia lugares como la Esfloria, Azuay, y La Estrella.
Este proceso de colonización se ha realizado desde el principio en forma espontánea, sin ningún tipo de planeación, con carencia de técnicas, provocando la inadecuada utilización de los recursos y el deterioro progresivo del suelo y la notable disminución de especies maderables y faunísticas, algunas al borde de la extinción. (Argotti y Otros. 1991).
En la actualidad La Victoria ha servido como paso obligado para la colonización de una de las zonas más productivas del departamento del Putumayo como el valle del Guamués y la cuenca sedimentaria de la Amazonía, que está siendo utilizada para la siembra de cultivos ilícitos.
Cabe anotar que la mayoría de la producción agropecuaria y forestal de La Victoria se comercializa en la ciudad de Ipiales y esta a su vez se constituye en un centro que ofrece servicios especializados a los habitantes de La Victoria y su área de influencia colonizada.
Trabajo de compilación realizado por Pablo Díaz Revelo, de la Casa de la Cultura de Ipiales, basado en el documento multimedia, interactivo Volumen 1 “Municipio de Ipiales. Características Físico- Bióticas. Secretaría de Educación Municipal. Coordinador del Proyecto: Julio Ramón Jácome Benavides. 2016
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