Ese acercamiento al poder no es sino la sumatoria del trabajo político, día a día, de miles de lideres regionales, no siempre con unidad de criterios valorativos respecto a la forma de adelantar la lucha en contra de las clases dominantes, pero íntimamente convencidos que en algún momento tenia que llegar.

Es que lograr que nuestras gentes, contaminadas durante más de doscientos años, con doctrinas subyugantes, esclavizantes, comprendan la perentoria necesidad de romper las cadenas de la sumisión, ha sido trabajo de titanes cobijados con la paciencia de Job y la fe del carbonero.

Los mismos líderes han tenido que aprender a romper ese muro casi infranqueable entre la ignorancia y la alienación mental a que nos han sometido. El liderazgo ha estado en estudiantes, profesionales, trabajadores, amas de casa, defensores de derechos humanos, artesanos, en fin, por todos aquellos sometidos a sobrevivir y no a vivir dignamente.

Esa enorme gama de líderes de la comunidad pacientemente han ido difundiendo ideas que propenden por que el pueblo se concientice de sus derechos y de cómo se los han conculcado sin que muchas veces su trabajo sea valorado y conocido.

Nos peguntamos a menudo porque la mayoría de ciudadanas y ciudadanos que sufren las angustias y las penalidades de la vida diaria,  que no tienen para comer dignamente, que cada fin de mes sufren porque hay que pagar luz, agua, gas, cuando no hay dinero para comprar ropa necesaria para los hijos, en fin todos los necesitados que somos el sesenta por ciento de los habitantes de este país, cada que llega la época electoral votamos por los mismos que, en ultimas, son los culpables de nuestra angustiante situación.

La respuesta la dio Francia Márquez cuando a una pregunta de un periodista dijo: Ha sido tanto el tiempo que hemos sido sometidos al esclavismo y después al sometimiento al trabajo subyugante y a educarnos con esos valores que acabamos votando por quienes nos maltratan y nos someten. De alguna manera votamos por nuestros verdugos.

Camilo Torres, Gerard0 Molina Jaime Bernal Cuellar, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro, Jaime Bateman, Carlos Gaviria, entre otros colombianos convencidos íntimamente del cambio, sentaron las bases para que ahora podamos desde la plaza pública, sin tapujos, decirle a la gente nuestra, a la que sufre, a la que soporta las necesidades mas básicas, a los relegados y olvidados que llegó la hora.   

 La política del miedo, de la que se valen en todo evento electoral, ha venido decayendo porque la gente ha despertado y no cree en todos los ardides que presentan los corruptos detentadores del poder y tenemos que tener los ojos abiertos para darle entierro final.

El líder fascista que representa los doscientos años de dominación oprobiosa y que es super experto en manejar la mentira, en disfrazarla y en reiterarla con descaro, esta siendo descobijado de su disfraz de demócrata por los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la Republica del Pacto Histórico.

Si aterrizamos en nuestra región sur de la Patria desde los años finales de la década del sesenta la voz del inconformismo no se hizo esperar: primero alertaron al pueblo para que luchara por sus reivindicaciones en procura de sus derechos y ahí la gente nuestra, valerosa y decidida, lleno´ las calles reclamando sus más elementales derechos. La figura que quedó para la historia es la de Heraldo Romero, que dio luchas decididas contra el régimen en los años de 1968 en adelante. Dejo en nuestra gente sembrado el inconformismo y la rebeldía en aras de la reivindicación de nuestros derechos.

Aparece luego la voz inconforme de un joven, iconoclasta y luchador, entregado a las causas sociales para fundar en la ciudad su grupo político que llamó FRENAR que luego se convertiria en la llamada “Convergencia Cívica Multipartidista”. No gusta a muchos compatriotas que se hable de estos temas, pero se olvidan que la historia no se puede cambiar; Gústeles o no, ese hijo de un reconocido artesano, untado de la ciencia social y de la dogmática política vigente en esos años, sumado a la practica real de la insurgencia revolucionaria y del contacto con esos grandes lideres que quedaran para la lista de la historia y que empezaron a dar el grito de no más explotación de las clases pobres,  llegó a su pueblo a ponerlas en práctica.

Contra liberales y conservadores, acostumbrados a ser los gamonales del pueblo y a repartirse el poder municipal por periodos, llego´ la voz de Carlos Pantoja Revelo y en calles y recintos empezó a exponer las nuevas teorías sobre lo que debe ser un estado que respete los derechos ciudadanos.

Con un esfuerzo titánico de varios años llego a la alcaldía municipal de Ipiales siendo el primer alcalde por voto popular. No fue tarea fácil pero su persistencia, su vocación y entrega a las causas populares se fueron imponiendo sin olvidar que también fue diputado de la Asamblea del Departamento. Bastaron dos años de gobierno municipal para que Ipiales empezara a tener visos de ciudad con obras fundamentales. La memoria de muchos ipialeños nos dice que hasta ahora ha sido el mejor alcalde de nuestro municipio.

Ha tenido, el exalcalde Pantoja Revelo, muchas contiendas electorales en todos estos años de presencia política y social porque ha liderado desde aspiraciones a dignidades por elección popular hasta dirigir movimientos cívicos con igual vehemencia y entrega en ambas actividades encaminadas a buscar reivindicaciones para Ipiales y la región. Tiene, no obstante, muchos contradictores y detractores.

Pueden estar tranquilos estos dos adalides de las luchas y esperanzas de nuestro pueblo porque sea o no que esta contienda termine con el cambio de régimen oprobioso y feudal, ellos han contribuido a poder establecer un pacto social para la lucha por que Colombia sea “la potencia mundial por la vida”.

Para el uno, desde donde este´, que lea estas letras escritas con cariño y reconocimiento por uno de sus más cercanos compañeros y, para el otro, me saco el sombrero y me inclino ante el que ha luchado por su pueblo solo pensando en que primero están los demás antes que el yo.

Me gustaría decirle, por último, que recuerde a nuestro olvidado poeta Luis Felipe de La Rosa cuando fue obligado a salir exiliado de su amado Pasto: “Sé que la envidia con tesón me insulta, pero sé que me insulta de rodillas”.

jairobravo2010@hotmail.es