BLANCA NAHUMI MORILLO BENAVIDES

                          Parte II

  Por: J- Mauricio Chávez Bustos

Nota:

Esta segunda entrega abarca alguna correspondencia que la intelectual ipialeña me dirigió, la comparto porque se aprecia en ella la hondura de su pensamiento libertario, sobre todo en un género que se ha transformado, ya que lo epistolar a dado paso al correo electrónico, al mensaje en tiempo real, perdiendo, si se quiere, ese interés y hasta desespero cuando uno esperaba la correspondencia, en sobre con filos rojos, blancos y azules, ojalá estampillado y con el respectivo matasellos. Aquí las letras de esta ilustre ipialeña.

jemaoch@gmail.com

Blanca Nahumi Morillo de Calderón 

Ipiales, 10 de junio de 1996

Señor Dn.

MAURICIO CHAVES BUSTOS

Bogotá.

 

 

Cordial amigo mío:

            Una más inconclusa…? No. Esta misiva se remite, de verdad. Y completa. (Es que son tantas las que tengo comenzadas).

            De acuerdo a tu gentil llamada telefónica pienso que te encuentras bien. Tú y los dos seres entrañables de tu vida. Felicitaciones. Qué más puede desear el irreverente creador de DIOS??? –Pero, está bien. Así no vendrán los anticristos a confundir a los poetas con el maligno.

            De otro lado, te pregunto: cuándo publicarías tu libro? Pienso que el espacio está calculado para oportunidades con signo de pesos… Lo triste es así. Pero así es. De cualquiera manera, el tal signo es vehementemente seductor y preponderante. No importa si pone sobre la mesa sociopolítica: presidentes, procuradores o diputados. Qué carajo! La planta no tiene ni color ni sabor ni huele a nada. Claro, cuando es limpia… Cómo que me estoy arrepintiendo de mis estúpidas narco conclusiones…? Te diste cuenta? Oh, sí. Estos dos amigos se entienden a la maravilla, gracias a ese fascinante y maravilloso puente del VERSO.

            La cartita a Julián Bastidas Urresty y que la confiaba a ti para su entrega, la tengo traspapelada. Hoy la busqué con insistencia y no la encontré. Soy un desorden, a la vista. Discúlpame. Tan pronto la halle te la envío. Quero que vaya esa y no otra. Me parece única por su estilo y loco historial. Quizá recuerdes.

            Bien, ya es la hora de filosofar con mente mauriciana. Chao, amigo del alma.

 Sinceramente,

 

BLANCA MORILLO BENAVIDES

 

Nota al anverso:

            Te remito, con el Dr. Germán, el segundo tomo de “Las Catilinarias”, del máximo huésped de este pueblo: Juan Montalvo.

Ipiales, 13 de diciembre de 1996

 

J. Mauricio, amigo mío:

El motivo es muy grande para poder escribirte con facilidad. Venzo lo imposible para llegar a lo congratulante, escribiéndote. Te escribo con el dolor de pensar. El placer de soñar. Y, con la gloria de apostrofar la antítesis de poder y no poder. Sin mordacidad. Tres juicios a la vez que se diluyen ante el esplendor de ésta gran amistad que nació porque SI… Sí, porque sí… A través del SI se conjuga todo principio de vida. No lo dudes.

Sabes?, el gran motivo es agradecerte la montaña o la “torre de marfil” como me miras. Pero, tú tienes que agradecerme, así mismo, y no de cualquier manera sino total de todas maneras, por el hecho de haber aceptado yo ser torre desde donde se pude otear el infinito y todos los infinitos de la Vida o de la Muerte. Para todos. Eso lo discierno: grandiosamente pecaminoso. Pues, desde una torre flamean las campanas que anuncian toda dicha o que claman toda misericordia… Blanca violencia del espíritu o sórdida violencia de la carne… Fortaleza para el bien o para el mal… En todo caso, mil y mil gracias por tu manera original y prepotente de encumbrar al ser humano diluyendo el marfil hasta su propia arcilla…

Si los definidos perfiles de excelente creador de tus propias musas van con paralelismo, también definido respecto a la Vida, tú ya posees también tu propio PARNASO. Te felicito con todas las fuerzas de mi ser integro.

Lo otro: “OH CAPITÁN, MI CAPITÁN”, que compromete, con júbilo de maestro, la invicta personalidad de mi “hermanito” ALEXANDER, es apoteósico. Lo ensalza y lo define la muchedumbre de tu espíritu. Sencillamente hablando es genial. Bravo!!! Por mi parte, me luciré en la Radio con esa página inmortal en una fecha clásica, memorizante, que la determinaremos en Pasto, con Gema, la hija de Alexander.

La carta que me pides alusiva a Julián Bastidas Urresty, no la puedo terminar, porque mi basamento para hacerlo es el “CUADERNO DE CAMPAÑA” escrito por éste y que tú lo conoces. Hasta la fecha no me lo reintegra Héctor Pereira, quién por esta época permanece en Quito. Ojalá sea propicio en el 97. Disculpa.

En fin, qué la próxima navidad, mi querido J. Mauricio, sea para ti, tu estimable esposa y tus adorables hijos, un vibrante nacimiento de amor y de felicidades. El Nuevo Año, así mismo, sea un nuevo camino para esa gloriosa paz que sólo puede verificarse, con la invicta paz (no la de cementerios…) que se hace, se crece y se perdura dentro y fuera de nuestra propia sabiduría de vivir y de nuestra propia conciencia.

Hasta otra oportunidad. Siempre cordial,

 

BLANCA NAHUMÍ MORILLO BENAVIDES

 

Nota al anverso:

Te remito, con el Dr. Germán, el segundo tomo de “Las Catilinarias”, del máximo huésped de este pueblo: Juan Montalvo.

Ipiales, 9 de junio de 1999

Señores

MAURICIO CHAVES BUSTOS

S.M.

Amigo del alma:

 

Qué tal, cómo estás?…

Tiempo para decir sí. Tiempo para decir no. Con todos los altibajos de la vida. Lo importante es poner en lo alto y en lo bajo un ambiente de humanidad autentica. Fantasiosa e imaginativa. Idealista y a la vez real. Tranquila y rebelde.

Qué tal si hasta de místico le das un toquecito?… Si así lo haces, muy a pesar de que seas “YO Y SOLO YO”, tú mismo serás mañana un poema de vida. De lucha. De gloria.

Sabes?, la vida sólo es fructífera con todos los ingredientes del YO- TU- EL. Quiero decir, con todo aquello con que se forja un ser integro sublimado, a través de la condensación de los valores humanos bajo la aspiración de hacer del yo – no en el sentido pronominal – una autentica afirmación de consciencia: transparente y vibrante.

Me explico, amigo mío? Tal vez sí. Tal vez no. No importa. Lo único válido, ahora, es que sepas que tu carta llegó a mí como una bendición, para vivir eternamente en tu amistad… Amén.

Otra cosa: rompiste para mí una brecha segura al MAGISTERIO… Gracias.

Bien o malaya sea!… Porqué: “Poeta, bohemio, soñador, hombre” –según te autodenominas-, te atreves a tildarme de MAESTRA?… Seré, acaso, de una escuelita de vereda o de esos tantos centros agropecuarios que los politiquingos se inventaron por acá?…

De todas maneras, mi querido amigo, por qué no pueden existir quinientos millones de seres racionales –entre ellos yo -, que se acoplen a ti, como a un incomparable amigo, capaz de motear a otro, sinceramente, de MAESTRO o de MAESTRA…?

No. No. Sabes?, Mauricio, puesta al derecho la cuestión, no me queda otra alternativa que agradecerte, con hondura, por la condecoración. Gracias. Mil gracias. Pero, bien calladito…, te pregunto: a cuánto haciende el PREMIO?… – Que utilitaria mi amiga – dirás tú. Y, que más dá!… Lo que hace falta a todos los pobres brutos antiburocráticos es dinero. Oro… Oro… Oro… maestro Mauricio. Sí o no?

Pues, tú como un gran humanitarista y humanista, tipo Lancáster, podrías darme una grandiosa recompensa lírica, verdad? Gracias. Gracias. Muchísimas gracias!! Y, si esta profusión de gracias se aprieta como un muro de piedra, derrócalo ya con tu presencia espiritual. Así nunca morirá la esencia de tus nobles y bellas intenciones.

Bien. Por aquí todo es lo mismo. No pasa nada. O, pasa todo y no se ve… Este pueblo de amplios horizontes andinos, con la apertura gavirista, para mí, no constituye sino un gran carreteable y parqueadero. Pésimamente mantenidos. Sus calles y avenidas revueltas con pesebreras de cabras y equinos, dan idea de una gran fina de héroes aletargados… Y, sus gentes, sus gentes, las de la economía informal, tratan de vender hasta el alma junto con los zapatos viejos de las chicas y chicos pop… Qué tal…?

Así que, mi querido Mauricio, está lejana pero luminosa área de cóndores, ni objetiva ni subjetivamente fascina. O, es que seré yo de algún agujero negro, sin dimensiones terráqueas…? Dímelo. Hasta entonces. Un abrazo cordial.

Siempre.

 

BLANCA NAHUMI MORILLO BENAVIDES.

1 Comment

  1. José Humberto Guerrero

    Estas cartas hacen recordar épocas pasadas, no muy distantes, pero inolvidables y de gran valor histórico-cultural. En este papel quedaba impregnado el pensamiento y el perfume o loción de quién escribía. Gracias por hacer recordar

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