EL CAMBIO DEBE SER A TODO NIVEL
Por : Jairo Bravo Vélez
Elegido presidente de Colombia el líder revolucionario que por más de tres décadas le ha hablado a los colombianos para que este país salga adelante y deje atrás el feudalismo mantenido por las clases dominantes que desde siempre han gobernado, se necesita, como siempre lo propuso, dar un revolcón al sistema dominante para acabar con la horrenda desigualdad, reflejada en esos 22 millones de compatriotas que luchan desesperadamente por salir de la pobreza sin ninguna esperanza y los siete y medio millones en pobreza total, victimas del hambre y el desamparo.
El ya está haciendo su tarea acertadamente, creo yo, en estos pocos días que lleva como presidente, porque ha invitado a la unidad nacional, a despojarnos de fanatismos, única vía para buscar la paz total, además porque ha conformado un gabinete amplio, con todos los matices de las corrientes políticas y, sobre todo, con la experiencia y capacidad demostradas.
Por otra parte, todos comprometidos con sacar avante el programa de gobierno del Presidente que escogieron los colombianos. Es una lista de colaboradores de todos los matices políticos por lo que demuestra su verdadero concepto democrático de participación y gobernabilidad. Se equivocaron muchos cuando pensaron en que se conformaría un gobierno netamente hegemónico.
A muchos de los que hemos estado en la lucha porque este país cambie y que nos hemos matriculado en las diferentes vertientes de la llamada izquierda nos cuesta aceptar que para poder efectuar un cambio verdadero tiene que haber una conjunción de muchos líderes y personas que no han comulgado con nuestro ideario pero que ahora se han convencido de que el camino trazado por los verdaderos demócratas, es el único que puede desarraigar la desigualdad y, desde luego, la pobreza.
Es más, tenemos que respetar la diversidad ideológica, el respeto a las minorías y toda clase de inclusión social para que desaparezcan las odiosas diferencias que nos han marcado en mengua de una sana convivencia signada por años de polarización estúpida.
Asimismo, tenemos que ser respetuosos con la oposición a la que tendrá que dársele todas las garantías. Recordemos a Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. Se debe respetar el disenso, el principio de contradicción.
Ese propósito nacional tiene necesariamente que reflejarse en cada espacio de nuestro país de ahí que es necesario que los verdaderos líderes regionales y locales sepan que llego´ la hora del pacto social, del contrato social, entendidos como la aceptación de toda la diversidad de criterios unificados en la construcción de una nueva forma de practicar el servicio a la comunidad. Se debe perentoriamente abandonar los intereses particulares y grupales para enarbolar la bandera de las reivindicaciones sociales propias del entorno en que nos ha correspondido actuar.
No podemos seguir con la dañina costumbre de excluir por excluir so pretexto de tildar al otro de cualquiera de los vicios propios endilgados a los seres humanos; mucho menos la manida generalización que ha hecho tanto daño: este no, porque es corrupto, pero nunca se le ha demostrado que lo haya sido mediante un proceso con los requisitos legales y con el respeto a sus derechos. O que investigados por la justicia no encontró méritos para una sanción. O que soportan una investigación violándoles el principio de inocencia.
Entonces, dejando atrás esos añejos prejuicios, debemos encaminarnos en la búsqueda de las personas que mejor convengan en el momento dado, para que nos representen, para que defiendan nuestros derechos, para que luchen por el mejoramiento de nuestras comunidades, para que empeñen su visión positiva y futurista en aras del adelanto de los pueblos que van a representar. Para que demuestren su amor por su terruño, su sentido de pertenencia, sin tener en cuenta partidos políticos en decadencia ni grupos que nos dividen y polarizan.
Las alcaldías en nuestra región de Obando deben estar regidas por personas que tengan el perfil enunciado y que puedan lograr verdadera gestión nacional y departamental en procura de resolver los problemas angustiosos que afrontamos y de los cuales hemos guardado preocupante desdeño y olvido. Los concejales y ediles deben ser elegidos para que demuestren su capacidad de servicio a la comunidad y su vocación de honestos servidores públicos.
Pero el cambio también tiene que estar en todos nosotros, en que haya una distinta concepción en la manera de elegir a nuestros representantes, tenemos que hacer un examen de conciencia para sabe escoger a los mejores. De otra parte, una vez, electos, debemos aprender a demostrar conciencia social para estar pendientes de todas las acciones que desarrollan, hacer una verdadera veeduría social. No dejar que cumplan su periodo sin ninguna clase de control porque entendemos que los controles institucionales no funcionan y muchas veces se convierten en cómplices dolosos o culposos.
En ese orden de ideas, hemos sostenido que hay que reorganizar el COMITÉ CIVICO con lideres entregados a servir a su comunidad y dispuestos a revisar las actuaciones de sus gobernantes para ayudarlos en su gestión y criticarlos cuando sean inferiores a sus responsabilidades.
Hace falta la ASOCIACION DE CONCEJOS DE LA PROVIENCIA DE OBANDO que en otrora funciono´, pero desgraciadamente nunca se activó por lo que dejo´ de tener vigencia. Se necesita ahora su consolidación para aunar esfuerzos; lo mismo se debe pregonar de los alcaldes, necesitamos unión regional.
El cambio tiene que materializarse en la practica no en el discurso fugaz que se lo lleva el viento o en la teoría que se muere en los anaqueles de las bibliotecas o en los escritorios, miremos nuestro entorno con seriedad y verdadero compromiso por lo nuestro.
ADENDA
Cuando escribíamos estas modestas líneas supimos de la desaparición de JUAN RIVADENEIRA quien fuera un reconocido líder social y político. Nuestro sentimiento de pesar nos lleva a manifestar solidaridad con su familia y con todos los compañeros de actividades sociales, políticas y comunales que estuvieron a su lado. Mas temprano que tarde nos veremos.
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