Aceleración del conocimiento científico
Por : José Humberto Guerrero
El conocimiento científico en el siglo XXI viaja a una velocidad increíble. Cuatro décadas atrás nunca nos imaginamos el poder que tendría este y su aporte al desarrollo científico-tecnológico de la humanidad.
La sociedad del conocimiento y la información ha tomado dimensiones inimaginables, insospechadas y difíciles de predecir en el futuro. Veamos cómo ha sido su desarrollo:
En 1900 el conocimiento cambiaba cada 100 años. En 1950 cada 25 años. En
1975 cada 15 años. En el 2000, la International Business Machines Corporation
(IBM) multinacional de tecnología y consultoría comunicó que el conocimiento está doblándose cada 12 horas.
¿Cada doce horas…? Sí, no es ficción, es verdad. Es tanta la información producida en las últimas décadas que aún no alcanzamos a dimensionar su magnitud y las implicaciones para la vida. Hoy, cada doce horas y mañana ¿cada cuánto tiempo lo hará?
El conocimiento se está multiplicando en tiempos relativamente cortos, disminuye en tiempo y se multiplica en conceptos, hallazgos, teorías y descubrimientos.
Pongamos en contexto. Supongamos que una persona ingresó a la universidad en el 2000 y egresó en el 2005, los conocimientos aprendidos están obsoletos y debe actualizarse.
Kurzweil calcula que durante el siglo XX hubo cambios de paradigmas cada 10 años en promedio y que, en el siglo XXI, el cambio será mil veces más acelerado que en el siglo anterior.
Esta afirmación nos deja sorprendidos, atónitos y perplejos. Entonces, ¿cómo catalogar a un profesional que no se ha actualizado en los últimos diez 10 años?
La era del conocimiento y la información comenzó en el siglo XXI con la tecnología digital, la internet y los dispositivos móviles. De tecnologías digitales y conocimiento emergente se nutre la ciencia, tecnología e innovación CTeI y el salto cualitativo y cuantitativo que ha dado.
En las tres últimas décadas se han hecho descubrimientos benéficos y maléficos para la humanidad, entre los primeros está el ADN que descifra el funcionamiento del ser humano, hallazgo que cambio el paradigma de la vida; entre los segundos y discutidos está la reprogramación celular a través de la biotecnología que puede combinar una celular animal, humana y vegetal y producir un “engendro humano”.
Esto no hubiera sido posible sin apoyo de la tecnología. El motor de cambio es la tecnología, pero no es el único cambio en la sociedad, pues esta se alimenta a sí misma. El conocimiento es el combustible o “carburante” que alimenta a la tecnología.
Ayer el cambio se hacía en periodos largos, sin aceleración ni tanta prisa; hoy, sucede el fenómeno contrario, los cambios se producen más rápido, se “pisa el acelerador” cada vez más.
Podríamos comparar al conocimiento científico con la gasolina del motor del auto, el conocimiento es el “combustible” que mueve la sociedad del conocimiento y la información, sin combustible no puede haber avances, sin gasolina no puede movilizarse el auto.
En resumen, esa aceleración de los últimos tiempos se debe a la irrupción de la tecnología (dispositivos móviles, computador e internet), herramientas que cambiaron nuestra la vida y la alterará aún más de aquí en adelante, gran parte de nuestra vida es digital y dependemos de ella cada día más.
La realidad actual es clara, pues cada vez que se ve en aumento dichos entornos virtuales y digitales, lo que hace presumir que la base de la sociedad esté cambiando y acampándose a las nuevas tendencias informáticas, que han volcado todas las actividades sociales y la forma de hacer las cosas y combinadas con la vida digitali-
Por lo anterior, debemos adaptarnos a la vida digital, no podemos quedar excluidos de ella. En adelante será imposible desconectarnos de la vida digital, quizá imposible, es el medio de vida presente y futuro, las tecnologías digitales han permeado cada poro de nuestro cuerpo, forman parte de nuestra vida misma.
El conocimiento tiene cuatro variablesii: tiempo, cambios, aceleración y tecnología. Sin el tiempo el cambio no significa nada; sin cambios el tiempo se detendría; sin aceleración la ciencia no hubiera hecho descubrimientos, ni tampoco habría tecnología que propicie innovación y transformación de los procesos, fenómenos o cosas. Estos elementos forman una unidad dialéctica.
De ahí que el tiempo ha sido, es y seguirá siendo “oro”. Puedes comprar el reloj más costoso y lujoso, pero nunca podrás comprar el tiempo, este no se puede vender ni comprar. Si lo pierdes nunca lo recuperas.
El tiempo se lo debe administrar de manera inteligente, por tanto, hay que enseñarles a los niños a administrar el tiempo, reconocer su importancia y el significado para la vida. La vida y el tiempo forman una unidad indisoluble.
Ahora relacionemos los conceptos de conocimiento, información y aprendizaje. En primer lugar, definimos conocimiento como la integración fluida de saberes, habilidades, experiencias, valores, información contextual y experticia (Gammelgaard y Ritter).
Luego, la fuente principal de creación de ventajas competitivas de una empresa reside en sus conocimientos, o más concretamente en lo que sabe, en como usa lo que sabe y en su capacidad de aprender permanentemente (Davenport y Prusak).
El conocimiento se origina y prospera en el cerebro de las personas, es su valor agregado y la capacidad de aplicarlo para resolver situaciones concretas. Finalmente, el aprendizaje es el mecanismo mediante el cual la información se vuelve conocimiento. La relación entre aprendizaje e información radica en el poder transformador para convertirlo en conocimiento científico.
En ese orden de ideas los sistemas educativos deben comprender que es importante enseñar a los estudiantes a ubicar, seleccionar, clasificar y procesar la información a través del pensamiento crítico con miras a solucionar los problemas de la vida cotidiana.
El gran volumen de información está disponible en la nube, por tanto, la apuesta está en aprender a administrar la información y transformarla en conocimiento científico.
Con razón Peter Druker, dice: “en la nueva economía, el conocimiento no es uno de los factores de producción. Se ha convertido en el principal factor de la producción” y Francis Bacón dijo hace siglos “conocer es poder y poder es conocer”, en tiempos contemporáneos traduciría “el conocimiento es cambio”, y la adquisición acelerada de conocimientos, que alimenta el gran motor de la tecnología, significa la aceleración del cambio.
-
i. Curso: desarrollo de habilidades digitales para la comunicación y la colaboración en línea. Las TIC en la comunicación y colaboración en línea, SENA, julio 26 de 2022)
0 Comments