La inscripción de candidatos, termómetro electoral
Por : Jairo Bravo Vélez
El 29 de Julio fue la fecha de vencimiento para que en nuestro País se realizara la inscripción de candidatos como requisito para poder acceder a las diferentes dignidades de elección popular; este procedimiento legal no es más que un acto voluntario que el candidato adquiere como compromiso político y jurídico con la sociedad.
- Ha sido costumbre permanente que los candidatos y sus partidos preparen para ese acto electoral diferentes acciones todas tendientes a hacer notar, ese día, sus fuerzas electorales. Estas manifestaciones indican la variedad de candidaturas que expresan y hacen conocer libremente, cada uno de los candidatos, sus programas de gobierno y las propuestas a realizar una vez sean ungidos con el voto popular.
Ipiales estuvo a tono con lo que históricamente ha sido este acto de inscripción ante la Registraduría del Estado Civil. Los candidatos decidieron registrar sus nombres el último día de vencimiento del término legal, o sea el sábado 29 de julio de este año, por lo que la entidad gubernamental tuvo que organizar muy bien su tarea para poder cumplirle a los cuatro candidatos a la alcaldía, más los concejales que siguen a cada uno de los aspirantes a la primera magistratura.
Detengámonos en una sola de ellas que se hizo notar al trascender sobre las otras por muchas razones que se deben tener en cuenta: hubo una organización total, imperó la disciplina sin dejar a un lado la euforia del momento, cada grupo político caminaba encabezando el desfile el candidato al concejo municipal. Se notaba por sobre todas las manifestaciones alegóricas a la ocasión, el colorido que caracterizaba a cada uno de los grupos, desfilando por la central vía de la ciudad, primando el color rojo característico y emblemático del partido del candidato a la alcaldía, amén de los colores simbólicos de los demás partidos y grupos que acompañaban este apoteósico evento electoral.
La euforia y alegría de los caminantes se convirtieron en gritos triunfales alusivos a la campaña, pero distinguiéndose por exaltar a los candidatos sin dirigir ofensas ni frases peyorativas a los demás contendores. Fue toda una demostración de civilidad.
No faltaron los grupos musicales, las chirimías y otra serie de elementos con los que animaban no solo a los participantes en la marcha sino también a los ciudadanos que se concentraban en los andenes de la vía para mirar el animado desfile. Fue una bonita fiesta.
El evento se caracterizó por un aspecto que debe tenerse en cuenta por la transcendencia que tiene: el señor candidato tuvo la fortuna de estar acompañado en toda la celebración por Andrés calle, presidente de La Cámara de Representantes, un joven político que quiso acompañar a su amigo y compañero en el congreso.
Fue una gran sorpresa porque no se anunció su llegada a esta ciudad y menos para ser parte del programa de inscripción. Esa es una de las cualidades del candidato que está descobijado de ese mal que tienen la mayoría de políticos: la ostentación.
Es muy importante no dejar desapercibida la presencia del Señor presidente de la Cámara de Representantes. En una de las entrevistas radiales fue muy claro en manifestar que venía a dar el total respaldo a su amigo y que en los próximos cuatro años será un puente entre el alcalde y el poder central, que ayudará a hacer gestión en los diferentes institutos, que buscará que los proyectos se tramiten con agilidad.
Tiene relevancia el ofrecimiento del presidente porque ya es una verdad generalizada que la materialización del programa de gobierno del alcalde es la gestión que pueda realizar ante los organismos de poder del gobierno central y, para ello, debe tener relaciones de buena amistad en la capital del país. Alcalde que no haga gestión no puede cumplirle a su comunidad y de ahí viene el atraso de los municipios y el desengaño de sus electores.
El reto es de grandes proporciones porque lamentablemente nuestro municipio ha soportado la incapacidad y abandono de las tres últimas alcaldías por cuya situación estamos con problemas que exigen rápida solución:
Una galería central con enredos jurídicos, por una parte y, por otra, la solución definitiva a los errores técnicos de ingeniería que tienen en el limbo la suerte de la construcción definitiva. Aquí si no se sabe si “construir sobre lo construido” o empezar de cero; lo que si es cierto es que ya el pueblo de Ipiales no espera más.
El hospital de primer nivel cuya inicial construcción se deteriora por el tiempo y el abandono; se tiene que hacer inmediata gestión para desatar problemas jurídicos y para que haya inyección presupuestal.
La plaza de marcado que fue inaugurada en el año 2011 en la administración de Gustavo Estupiñán y que inicialmente fue una obra muy bonita, funcional, y con todas las características arquitectónicas propias para la actividades u objetivos requeridos.
Sin embargo, nunca le hicieron un mantenimiento técnico adecuado y ahora es una vergüenza porque reina la desorganización, el desaseo, la improvisación y lo más alarmante, cunde una inseguridad total. Se necesita solución urgente.
Las vías urbanas sometidas al atraso, a la desidia, a la incapacidad y al perjuicio que causan a la comunidad en general; solamente pongamos de ejemplo el sector de la vía del terminal al hospital por la inconcebible morosidad que ha dejado a los habitantes del sector en la devastación total porque obligadamente han tenido que cerrar sus negocios.
Para todos los problemas que tenemos, que son muchos y que he enunciado algunos de ellos, se necesita voluntad de servicio del primer mandatario, pero esa disposición es nugatoria si no se tiene la conexión con el poder central y es así que el sábado pasado se demostró que la presencia del presidente de la Cámara indica claramente que el candidato si la tiene.
Décadas de abandono total, administraciones que nada han realizado por solucionar las necesidades apremiantes de la clase empobrecida, las obras de infraestructura, cualquier ciudadano Alcalde las puede realizar, si utiliza responsablemente el dinero que es de todos y para todos. Las obras deben obedecer a una verdadera planeación, que sirvan a la comunidad y no se conviertan en elefantes blancos, en mi opinión personal, en Ipiales a pesar de defender obras pasadas, nada se ha hecho, todo está por hacerse.