Prevención, descomposición social e inseguridad ciudadana
Por: Alfonso Cabrera J.
Generalmente, frente a la inseguridad, las autoridades y la comunidad, claman por el aumento del pie de fuerza, exigiendo más policías, la presencia del ejército, la instalación de cámaras de vigilancia, la implementación de operativos para controlar la presencia de personajes con antecedentes, etc., etc.
No podemos desconocer que la policía ha logrado realizar varias capturas de los delincuentes que azotan a nuestra región, muchos están pagando sus fechorías, otros han salido libres o excarcelados por falta de pruebas. En este punto también tenemos que reconocer que la comunidad siente miedo de denunciar, prefiere la impunidad y tener que enfrentar posibles retaliaciones.
Pero más allá de la persecución a los delincuentes, es importante abrir un espacio a la reflexión sobre las causas de la proliferación de la delincuencia en nuestra ciudad y en el campo. Una causa es la naturaleza de la zona de frontera, por la riqueza de las transacciones del puerto fronterizo, por el comercio en dólares, etc., una realidad que exige al sector comercial tomar medidas de vigilancia privada y las seguridades respectivas.
Pero para la gente del común, las victimas del atraco callejero, el asalto a viviendas, el robo en el sector rural, es una realidad producto de la descomposición social, en la mayoría de casos de jóvenes sin expectativas de vida que ve en el ilícito su única alternativa para su economía personal.
En Ipiales la deserción escolar es alta, muchos jóvenes no han logrado ingresar a la universidad, muchos bachilleres no encuentran trabajo, otros ni siquiera pudieron terminar la primaria, es una realidad sin alternativas y es una población que está en riesgo de incurrir en conductas criminales si no encuentran alternativas que les genere ingresos.
En una entrevista, un comandante de la policía manifestaba que en Ipiales se han priorizado cinco sectores de la ciudad como los lugares más peligrosos, pero esa priorización es represiva, de control. Ipiales necesita implementar una estrategia preventiva, con visión de futuro, para evitar que nuestra infancia y juventud se conviertan en delincuente.
En Ipiales hay familias que llevan varias generaciones en la delincuencia. Las autoridades deben priorizar los sectores marginales para intervenirlos con arte, cultura, educación, deporte, salud, proyectos productivos, planes de vida, recursos, mercadeo, con programas y recursos que les permita construir oportunidades de vida.
La juventud es la primera víctima de la sociedad de mercado, un sistema que seduce a las personas a comprar cosas, ropa, tecnología, vehículos, diversiones, y ante la presión social harán lo que sea para obtenerlos.
Nos corresponde ofrecerle a la juventud, oportunidades legales y viables para que alcancen sus sueños de manera sana. Es una tarea de todos, de las autoridades, de las instituciones educativas y de las familias.
luisalfonsocabrera@yahoo.es
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