ÚLTIMO LLAMADO POR EL PLANETA
Por: Alfonso Cabrera J.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, integrado por 234 científicos de 66 países, acaba de declarar que la humanidad es la responsable del enorme daño hecho al planeta y que las calamidades causadas ya no se pueden detener, todo debido a las altas temperaturas que los países industrializados han generado por el uso indiscriminado de combustibles.
El cambio climático no es un problema del futuro, es del presente, y está causando tragedias, hambre y muerte, como nunca en la historia, los huracanes se multiplican, caen granizos enormes, en otras regiones la temperatura llegó a 47º, generando incendios, destruyendo cientos de hectáreas de vegetación, o el aumento del nivel del mar, con inundaciones, desbordamientos de ríos, también el deshielo de los nevados, los deslizamientos de tierra, y la perdida de los cultivos necesarios para alimentar a la humanidad.
En los acuerdos de Paris firmados en diciembre de 2015 los países se comprometieron a evitar el aumento de temperatura, pero es poco lo que se ha hecho. En poco tiempo cientos de millones de personas estarán expuestas a mayor pobreza, enfermedades, hambre, migraciones y muerte.
A pesar de que el daño está hecho y las consecuencias ya se viven, es urgente detener las emisiones de gases de efecto invernadero, para que la temperatura no continúe su ascenso hasta los 2° en lo que corre del siglo, de lo contrario las consecuencias serán extremas.
Se requiere una inversión económica enorme a nivel mundial durante veinte años, para que los gobiernos adopten fuentes de energía limpia, para que cambien los vehículos de combustibles derivados del petróleo por autos eléctricos, se necesita priorizar el trasporte público, reducir las economías ganaderas y fortalecer el cultivo de la tierra.
Pero la responsabilidad mayor es de las familias, con el cambio de nuestras formas de vida. El futuro del planeta depende de una cosa tan sencilla como convencer a la gente que deje de usar su carro particular y camine, o use una bicicleta. O evitar el transporte aéreo que es el mayor contaminante, no usar calefacción, reducir la huella de carbono que cada persona genera con hábitos de consumo irracional.
Algo más complicado, sobre todo para nuestra región, reducir la ganadería, el consumo de carne y lácteos, el ganado es productor de gases de efecto invernadero, degrada la tierra, provoca tala de bosques para volverlos potreros, y usa las mejores tierras de la agricultura.
En realidad, se necesita transformar la mente de los seres humanos para evitar nuestra propia destrucción, se necesita cambiar la irracionalidad de nuestras vidas, cambiar completamente la economía, nuestros hábitos alimenticios, nuestra forma de comer, de viajar y la vida en general.
Pero extrañamente, un problema tan grave, anunciado hace varias décadas, a nadie parece importarle, algo peor que la pandemia y nadie declara la emergencia, ¿cuántos muertos se necesitarán para que los gobiernos tomen medidas? El gobierno nacional está preocupado en las elecciones del próximo año, en el departamento nadie se preocupa, en lo municipal no se han enterado.
Nuestros hijos que acaban de nacer y nuestros nietos, nos van a maldecir por no haber detenido la tragedia que les tocará padecer a ellos, sin agua, con escasez de alimentos y en las peores condiciones de calor, incendios e inundaciones.
¿Qué va a hacer usted? ¿Qué vamos a hacer?
luisalfonsocabrera@yahoo.es
Hechos de la semana:
PRIMER HECHO VERGONZOSO: la Secretaría de educación de Ipiales informa que ha gestionado 50 paquetes de internet para los estudiantes de Ipiales, de cerca de veinte mil estudiantes, con más de la mitad de ellos en la pobreza, la gran hazaña ha sido gestionar la ayuda a 50, ni siquiera el 0,001%. ¿Qué pasa con los 19.950 estudiantes que faltan? Mejor hubiera sido no decir nada.
SEGUNDO HECHO VERGONZOSO: Se realizó el último ensayo de la sinfónica Batuta. Por falta de apoyo de la Alcaldía municipal, la Banda municipal de Ipiales se acerca a dos años que no recibe apoyo del municipio, y la escuela infantil de cuerdas pulsadas ha cerrado por falta de recursos, a pesar de que su funcionamiento es un compromiso para que la nación apoye el festival de tríos. A cientos de niños y jóvenes se los ha echado a la calle y se les ha cortado las alas y la esperanza, por falta de un alcalde que entienda de cultura, de dignidad humana y afecto a las nuevas generaciones.
Y no se olvide, elegir a los mismos es elegir que continúe la tragedia.
A los que dirigen el destino de cada país, sólo les interesa llenarse los bolsillos, la corrupción campea y no existe preocupación por lo que le esta pasando al planeta. No existen campañas en los colegios ni en universidades que ayuden a crear conciencia que el cambio debe hacerse ya, porque estamos viviendo cosas terribles.