Mario Montenegro Miranda. (Artista Plástico)

(Ipiales, 28 de septiembre de 1948 – Envigado, 7 de septiembre de 2022). Nació en la ciudad de Ipiales, departamento de Nariño el 28 se septiembre de 1948, de un hogar conformado por: su padre Braulio Montenegro Oña y su madre María Luisa Miranda; el mayor de 12 hermanos 7 hombres, 5 mujeres.

Su casa paterna, donde nació y creció, situada en la calle 9ª entre carreras 4ª y 5ª, cerca al parque 20 de Julio de la ciudad de Ipiales, sitio de recreación de su infancia al ritmo del cantar de las aves: pajaritos, palomitas, búhos, lechuzas, etc. Sobre todo, rodeado de un ambiente familiar inolvidable.

Según su Hermano Arturo Montenegro*

Quien estimuló al Maestro en sus dotes de Artista plástico, desde los tres 3 años de edad, fueron: primero su mamá, una verdadera artista y luego su abuela paterna Elenita, quien en su costurero le tenía acondicionada una mesa con su silla y le proporcionaba los implementos como lápices y colores para que aprendiera a leer, escribir y pintar, posteriormente el apoyo y admiración de toda la familia. a los 8 años pintó su primer cuadro.

Sus estudios los inició en la escuela Tomás Arturo Sánchez, (años 1954 a 55), allí la profesora se percató de su habilidad para pintar, lo sacaba al tablero a dibujar, copiar de la Cartilla ‘Alegría de leer’ que era el texto de enseñanza.

el bachillerato lo cursa en el Colegio Champagnat de Ipiales, muy reconocido como Artista plástico por cuanto ya había participado en salones nacionales donde fue galardonado y participó en exposiciones colectivas e individuales.

Inicio estudios de arquitectura en la ciudad de Bogotá, pero casi que de inmediato, los abandonó para trasladarse a Quito Ecuador a estudiar Bellas Artes, para formarse como artísta plástico con estudios de pintura, también en ciudades como Pasto, Bogotá y Caracas. Su obra es el resultado de su creatividad e imaginación que expresa una manifestación sentimental o emocional.

La técnica, el color precioso, que utilizó el maestro Mario Montenegro Miranda, en sus obras con su estilo propio representado en el paisaje del minifundio de nuestra región, de caras y cuellos largos muy original, nos traslada a un mundo maravilloso de creación artística;

Con su imaginación nos hace ver a la gente del común del pueblo cotidiano en sus alegrías y tristezas de la tragedia por la subsistencia, nos trasporta a descubrir personajes típicos, carnavalescos, vagamundos, ebrios, la angustia de vivir la realidad del mundo contemporáneo, resultado de las experiencias y estudios de diferentes regiones sobre todo la influencia de nuestra cultura indígena.

En los Inicios de la hoy, Fundación Casa de la Cultura de Ipiales, El naciente artista plástico Mario Monetengro participo en una de las exposiciones organizada por esa entidad en 1973, al final, como lo hacían muchos de los artisas particiantes, el Maestro donó esta obra, a la que muchos le atribuyeron marcada influencia del Ecuatoriano Oswaldo Guayasamin

En los años 70 del siglo pasado, Participa en varias exposiciones tanto en la Republica del Ecuador, como en su ciudad natal; de ese entonces, en la Casa de la Cultura de Ipiales reposa un cuadro suyo con visos de influencia de Oswaldo Guayasamín, sin embargo, rápidamente se empezó a evidenciar su propio estilo.

Al finalizar la década de los 70, Se radicó en la ciudad de Medellín, luego en Envigado (Antioquia), donde montó su propia galería, exponiendo sus obras en países como: Ecuador, Venezuela, Italia, Suiza y, por su puesto, Colombia: en Ipiales, Pasto, Bogotá, Medellín, Envigado, El Retiro, La Ceja, en del departamento de Antioquia.

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Temáticas

Su temática principal está centrada en “la Vida Humana marcada por una interminable serie de incertidumbres y problemas cotidianos con un toque de color y esperanza”

En medio de espacios de ‘Luz y Movimiento’ al Pintor Ipialeño le llamó la atención “Los asentamientos, los circos, la figura humana y las galerías de arte”.

La obra del maestro Mario Montenegro estuvo siempre motivada por la sensibilidad y la emotividad causadas por su enfrentamiento con las realidades sociales.

Paz en su Tumba.

Exposiciones

INDIVIDUALES : “La voz del Galeras” Pasto Nariño , año 1964 , “ Galería “El taller” Quito Ecuador , año 1968 , Casa de la Cultura de Ipiales, años 1970 ,” Galería Cristóbal Rojas” Barquisimeto Venezuela, años 1971, Galería “Milano” Italia, año 1971, Sala “Ocre” Caracas Venezuela, año 1972, Galería “ Maracaibo” Caracas Venezuela, año 1973, “Consulado Venezolano” Bogotá , Galería “El Callejón” Bogotá, 1982, “Banco de la Republica” Ipiales 1984, “Asamblea Departamental de Nariño” Pasto, 1984, “Hacienda Fizebad” El Retiro Antioquia 1984, “Club Unión” Medellín 1984. “Alcaldía de Medellín.

COLECTIVAS: “Segundo Salón Oficial” Bogotá, 1970, “Primer salón de Pintores” Ipiales, 1971, “Tercer Salón Departamental Arte Joven” Pasto, 1972, “Primer Salón de Artes Visuales” Bogotá, 1973, “Segundo Salón anual de Arte estudio” Caracas Venezuela, “congreso mundial de brujería” Bogotá, “VI Suroccidental de Artes Visuales” Pasto, año 1984, “Nariñenses Galería de Arte Coltejer”” año 1985, “Editorial América” Miami USA, año 1987, “Galería El Taller” Quito Ecuador, año 1989, “Cámara de Comercio” Medellín año 1993, “Feria de Arte Unicentro” año 1997, “Casa de la Cultura “ Ipiales, año 1997, “Hyundai” Medellín, año 1997, “Suramericana Corpaul; Medellín , año 1997.

…estadios de fútbol, pistas de circos con saltimbanquis, domadores de vanidades y excrecencias, bailarinas de ondas marinas, pelotas gigantes de amaneceres y dádivas.

Mario Montenegro “Nunca abandonó su niñez. Los circos lo acompañaron en la alborada y el ocaso. Pintaba hasta embriagarse de aromas y colores. Y se encaramaba en los trapecios de sus óleos para hacerle contorsiones al hambre y el olvido. Su humildad y mansedumbre nos enternecían.

Es que era de Nariño, departamento de lucha y cortesías, al que plasmó en lienzos poblados de negras estilizadas, infladas de maternidad y sapiencia para sobrevivir; Pueblo desparramado en cuadros con estadios de fútbol, pistas de circos con saltimbanquis, domadores de vanidades y excrecencias, bailarinas de ondas marinas, pelotas gigantes de amaneceres y dádivas.

Mario se fundió en las casitas de los más pobres, las casitas en el aire de las comunas. Y cuando llegó el Covid las atavió con trapos rojos, símbolos de la emergencia del estómago.

Los músicos no faltaron en su estudio, de carne y de pigmentos. Las cornetas y trombones colgaban de sus orejas. Pintó también a los desplazados como bultos de paja sin rostros. Mario era el dolor y el desarraigo, era el sufrimiento y la agonía, era el pueblo de bien abajo, era pincel con melodía.

También fue el parche alegre, la cerveza, la conversa, la correría. Era un trotador de territorios, un vecino de Venezuela y Ecuador, aterrizado finalmente en Envigado. Muchos amigos cultivaron con su sencillez y amor al arte.

Nos queda para bien su estilo inconfundible, sus pinceladas alargadas y vaporosas, sus desesperadas preguntas por la vida.

* Apartes de esta biografía fueron tomados de una misiva que Arturo, hermano de del artista plástico ipialeño quien le hace llegar a Héctor Mario Hurtado escritor y periodista envigadeño.

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