“Cuando Ipiales conquistó los cielos: historia del Aeropuerto San Luis”
Historia del Aeropuerto san Luis de Ipiales
El terminal aéreo más alto de Colombia guarda una historia de esfuerzo comunitario, lucha política y transformaciones que lo proyectan como motor de desarrollo para Nariño y el sur del país....

El Aeropuerto San Luis de Ipiales, ubicado en jurisdicción del municipio de Aldana, es considerado uno de los símbolos de integración fronteriza más importantes de Nariño. Inaugurado en 1940 gracias al esfuerzo comunitario y a las mingas de la provincia de Obando, este aeropuerto no solo representa un hito en la historia de la aviación colombiana, sino que también refleja las aspiraciones de desarrollo económico, turístico y social de toda la región.

Construido hace cerca de un siglo, por su carácter estratégico en la frontera con Ecuador, el Aeropuerto San Luis es el más alto de Colombia, con una elevación de 2.975 metros sobre el nivel del mar, y el segundo de Suramérica, después del Aeropuerto de El Alto, en La Paz (Bolivia). Junto al aeropuerto de Tulcán, al otro lado de la frontera,  (que desde hace muchos años, está  inactivo), conforma un corredor aéreo singular en la cordillera andina.

La idea de su construcción surgió como iniciativa comunitaria en la provincia de Obando. Con trabajo solidario en mingas y la autorización presidencial, se adecuó un terreno que fue inaugurado el 8 de noviembre de 1940. La historia cuenta que, al no poder aterrizar en Ipiales por falta de aeródromo, el presidente Eduardo Santos fue desafiado por el representante a la Cámara, Horacio Mora Ortega, quien afirmó: “La nación compra los terrenos y nosotros hacemos la pista”. Así, en 1939 se autorizó la compra de la hacienda San Luis al señor José Francisco Vela y de otros predios en la vereda Chalapud, en Aldana. Mora Ortega lideró con recursos propios la gran minga obandeña que reunió a hombres y mujeres de la provincia.

La inauguración en 1940 fue un acontecimiento memorable: llegaron delegaciones oficiales en aviones de la Escuela de Aviación, los ministros de Gobierno y de Guerra, y se celebraron siete días de festejos populares, con corridas de toros, actos cívicos y participación de gremios y sindicatos.

En sus inicios se le llamó “campo de aviación”, pues apenas contaba con una pista de tierra donde operaban aeronaves Beaver y DC-3. Posteriormente, se levantó una pequeña terminal para pasajeros, aún conservada.

A lo largo de su historia, varias aerolíneas han operado allí. Avianca y su filial Aerotaxi S.A. fueron pioneras en conectar el sur de Colombia. En 1946, TACA de Colombia inauguró los primeros vuelos internacionales hacia Quito. Luego se sumaron compañías como Panagra, Tame y Saeta del Ecuador, con lo cual el aeropuerto llegó a tener operaciones internacionales incipientes.

En la década de 1950 pasó a manos de la Empresa Colombiana de Aeródromos (ECA), luego al Fondo Aeronáutico Nacional, y se clasificó como aeropuerto de categoría III, destinado a tráfico nacional. Documentos de 1965 muestran el diseño de una pista principal de 1.748 metros y otra secundaria más corta. En 1972 la pista fue asfaltada, y tras una lucha social, en 1984 se amplió a 1.768 metros por 28 de ancho.

En 2007 se construyó una nueva pista de 2.500 metros por 48 de ancho, inaugurada en 2015, con la aspiración de extenderla a 3.000 metros para alcanzar la categoría internacional.

El aeropuerto también ha vivido dificultades. En 1992, Intercontinental de Aviación suspendió operaciones por el deterioro de la pista y las condiciones de altitud que afectaban a los DC-9. Posteriormente, operaron empresas como ACES, TANA, Satena y Aires, con vuelos hacia Bogotá, Cali, Puerto Asís y Neiva.

Más allá de la pista, la vereda San Luis se convirtió en un polo de desarrollo comunitario: allí se construyeron la Institución Educativa Comercial San Luis, la capilla y el acueducto Acuasanluis, además de consolidarse una gastronomía y paisaje que potencian el turismo rural y cultural.

Modernización y futuro

Como culminación de décadas de esfuerzo y en el marco de las aspiraciones de modernización y ampliación, el Aeropuerto San Luis busca consolidarse como alterno al aeropuerto Antonio Nariño en Chachagüí, con características de terminal internacional.

La Aeronáutica Civil de Colombia dio inicio formal a las obras de modernización del Aeropuerto San Luis (IPI), con una inversión superior a $135.000 millones de pesos colombianos (aproximadamente 33 millones de dólares). Este proyecto transformará la infraestructura aérea del sur del país, permitiendo mayor capacidad operativa y abriendo nuevas posibilidades para la conectividad binacional con Ecuador y para el desarrollo económico y turístico de Nariño.

El Aeropuerto San Luis de Ipiales no es solo un terminal aéreo: es la prueba de cómo la unión comunitaria, la visión política y el esfuerzo social transformaron un potrero en un símbolo regional. Su historia, cargada de luchas y logros, refleja las aspiraciones de Nariño y su frontera. Con la modernización en marcha, San Luis se proyecta como motor estratégico para la economía del sur de Colombia y puente vital con Ecuador, con la meta de consolidarse como aeropuerto internacional.

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