A partir de aquí recogemos la historia de las enfermeras del hoy, Hospital Civil de Ipiales E S E que cumple 100 años de vida institucional al servicio de la salud en la ex provincia de Obando.

Hace 100 años en el Municipio de Ipiales nació una institución llamada Hospital San Vicente de Paul, entidad de orden eclesiástico canónico, en función pastoral de la iglesia católica al servicio de  la salud. Muchas personas aún lo recuerdan con amor y agradecimiento y cuentan algunas historias vividas -no todas porque la verdad son muchas-.

En cuanto al diseño arquitectónico, su infraestructura era, al parecer de origen cubano, con sus techos altos, sus paredes anchas pintadas de verde; sus pasillos amplios, con muchos jardines a su alrededor.

Tenía varios pabellones que se caracterizaban porque eran salas grandes: uno llamado sala general de hombres, otro sala general de mujeres, el pabellón  de ginecología, pediatría; 3 quirófanos, Sala de urgencias… como olvidar el pabellón de pensionados que, al parecer, quedaba cerca del anfiteatro.

En cuanto a su personal, entre médico general, ayudantes de enfermería, administrativos, más o menos se acercaba a las 100 personas; las ayudantes de enfermería eran graduadas de bachillerato que iban como ayudantes a quienes posteriormente el hospital envió a estudiar para que puedan obtener el título de auxiliares de enfermería, cabe resaltar que solo había un portero.

Su proceso de atención iniciaba con la llegada del paciente, quien tocaba la campana halando un cordón que estaba al lado de una pequeña ventanilla sobre el portón, el vigilante por esa pequeña ventana, recibía la información y hacia entrar a los pacientes, quienes eran atendidos inicialmente por la ayudante de enfermería porque en ese tiempo, no había auxiliares de enfermería ni enfermeros jefes, posteriormente el médico general atendía al paciente y le daba solución a su problema de salud, cuando sus condiciones así lo permitían.

Las variantes del COVID-19 pueden representar una mayor capacidad de contagio, por eso evita las aglomeraciones y refuerza las medidas de prevención que ya conocemos: 1. Lávese las manos con frecuencia, 2. No saludes a la gente con besos o apretones de mano, 3. Si toses, cúbrete la boca con el codo flexionado o con un pañuelo desechable, 4. Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca, 5. Si tienes fiebre o dificultad para respirar, solicita atención médica. Sigue las indicaciones de las autoridades locales y nacionales.

Los procedimientos no estaban escritos en manuales o instructivos, pero eso sí, cada quien sabía lo que tenía que hacer: curaciones, atención de partos -incluso a veces simultáneos- administración de medicamentos, asistencia a cirugías.

En cuanto al manejo de los instrumentos quirúrgicos, estos debían esterilizarse tanto como las sondas, los tubos de drenaje, jeringas, agujas. El lavado  de la ropa era a mano y lo hacían en unas lavanderías ubicadas en la parte de atrás del hospital, espacio donde se ocupaba igual para el tendido. Los servicios también debían facturarse en el área administrativa..

Pero bueno en esa época no  todo era solo trabajo también había momentos de esparcimiento y unión, como en  las fiestas realizadas en el cuarto oscuro de rayos X, los deliciosos sancochos preparados en el hospital, el café de la tarde servido  con pan en sus famosas talegas de tela;  los cuentos de miedo frente a mitos propios del hospital como: la monja que aparecía en el techo en las noches oscuras y sombrías y todo lo vivido Sirula y Rosana habitantes por muchos años en esta institución.

En adelante la trasformaciones y cambios que ha sufrido la entidad, se argumenta, se debe al médico ipialeño Luis Coral Enríquez, hombre ilustre, digno de resaltar por su lucha en favor de la salud, quien con sus propios recursos, realizo viajes a Pasto, a Bogotá, a Cali, formulando, revisando, ajustando el proyecto, de su principal obra física, como es el Hospital Civil de Ipiales E S E,

En 1980 se suscribió un contrato entre  la fundación Hospital San Vicente de Paul y el Servicio seccional de salud de Nariño, vinculándose al sistema nacional de salud y convirtiéndose en sede de la unidad regional de salud sur, actualizando sus estatutos para a nueva entidad con la que adoptó el nombre de Hospital Regional de Ipiales y con esto termina entonces la primera etapa, Tras muchas historias vividas y servicios prestados.

En 1990 el hospital es trasladado a la nueva sede ubicada en la avenida  panamericana, donde su personal se enfrenta a muchos cambios, no solo por contar con una nueva infraestructura, sino también a un incremento de personal como enfermeros jefes, especialistas y más auxiliares de enfermería.

 En adelante la trasformaciones y cambios que ha sufrido la entidad, se argumenta, se debe al médico ipialeño Luis Coral Enríquez, hombre ilustre, digno de resaltar por su lucha en favor de la salud, quien con sus propios recursos, realizo viajes a Pasto, a Bogotá, a Cali, formulando, revisando, ajustando el proyecto, de su principal obra física, como es el Hospital Civil de Ipiales E S E.

Hospital Civil de Ipiales  E S E

Allí se encontraron con áreas más amplias, cómodas, con mayor privacidad y seguridad para el paciente, pero con algunas dificultades, como la falta de agua y el distanciamiento  ya que estaban ubicados a las afueras de la ciudad.

En 1997 mediante ordenanza 018 proferida por la Asamblea Departamental de Nariño, el Hospital regional de Ipiales, adoptó el nombre de Hospital Civil de Ipiales E.S.E con categoría especial de entidad pública descentralizada de orden departamental.

En esta etapa se empieza, entonces, a trabajar en procesos de calidad que exigen implementación de manuales, procedimientos e instructivos, es así como logra ganar premios de calidad, y decide enfrentarse a los retos de ser una institución certificada y, posteriormente, acreditada.

Con el trabajo arduo y compromiso de todo su personal lo logra, inicialmente se convierte en una entidad certificada y posteriormente pasa a ser una institución acreditada y reconocida en el ámbito nacional e internacional, títulos, que hasta la fecha,  los conserva;  también en esta etapa nacen, crecen y se fortalecen nuevos proyectos, entre ellos la Unidad de Cuidados Intensivos inaugurada en 2009

En el 2012 hay una gran transición en cuanto a la historia clínica la cual pasa de ser manual a ser sistematizada. Qué tiempos aquellos en los que  se sentina temor por este cambio y muchos tuvieron que hacer cursos de sistemas, estudiar mucho más para enfrentar a ese reto de la tecnología.

En el año de 2014 aprueban el proyecto de aplicación de urgencias y se logra, en 2016 se inaugura la UCI adultos.

En 2018 se inicia la prestación de servicios en la nueva torre de hospitalización, que fue construida con el fin de ampliar los servicios de laboratorio clínico, rehabilitación e internación; ofreciendo más tecnología, comodidad y confort para los pacientes -y cómo no hacerlo si ellos son la razón del existir el hospital civil de Ipiales-.

Nueva torre de hospitalizacion. Hospital Civil de Ipiales E S E.

Desde allí, la historia la conocemos todos: se sigue trabajando en un sistema integrado de gestión de calidad que permite conservar la certificación y acreditación, en un mejoramiento continuo, en los programas de seguridad del paciente, en humanización en los servicios de salud.

“A pesar de que en estos cien años el hospital ha vivido épocas muy difíciles unas más que otras, como la de la Pandemia Covid, las ha logrado superar y salir adelante y por eso está donde está y estamos seguros que llegara más alto. Con el trabajo y empuje constante de cada uno de sus trabajadores”.

“GRACIAS A QUIENES CON SU TRABAJO SEGUIMOS CONTRUYENDO ESTA HISTORIA”