
Ipiales, 14 de julio de 2025 | Se dio a conocer la imagen oficial que representará al Carnaval Multicolor de la Frontera 2025-2026.
🎭De las 17 propuestas inscritas en la convocatoria abierta por la Alcaldía Municipal de Ipiales, la ganadora fue “Aplauso de Carnaval”, creación del artista y artesano ipialeño Luis Efraín Sarasti Ramírez. Su obra fue destacada por capturar con maestría la idiosincrasia, la alegría y el colorido de la máxima expresión cultural del sur colombiano.
🏆 Empate técnico y decisión por redes sociales


Según información del Departamento Administrativo de Cultura, el jurado calificador estuvo conformado por Édgar David Ñañez Macías, Víctor David Morán Oviedo y Andrés Ernesto Zabala Guzmán. Tras la evaluación de criterios técnicos y artísticos, se presentó un empate entre las propuestas “La senda jugada” y “Aplauso de Carnaval”, ambas con un puntaje de 82.33.
Ante esta situación, y conforme a lo establecido en las bases de la convocatoria —que contemplan la posibilidad de resolver empates mediante la participación ciudadana en redes sociales—, el jurado procedió a revisar las interacciones registradas en la página de Facebook oficial de la Alcaldía de Ipiales.
En dicha revisión, “La senda jugada” contaba con 62 interacciones, mientras que “Aplauso de Carnaval” alcanzó 532 interacciones, lo que inclinó la balanza a favor de esta última.

🎨 El simbolismo detrás de “Aplauso de Carnaval”
El autor, Luis Efraín Sarasti, explicó que su obra representa los elementos esenciales del espíritu carnavalero ipialeño: tradición, unidad, diversidad y emoción colectiva.
En su sustentación, expresó con profundidad poética:
“El carnaval no se contempla: se habita. Basta un solo paso en la senda para saber que todo puede mutar. Aquí, el aplauso no es un gesto: es chispa sagrada. Quien lo recibe no vuelve a ser el mismo. Quien lo da, tampoco.
Cuando la comparsa avanza, cuando el disfraz aparece, cuando la danza rompe el aire, las palmas del público se convierten en ráfagas de energía, abrazos a la distancia y pólvora de alegría. Ese aplauso va y viene, como el pulso de una criatura viva. Y con cada oleada, el artista crece: se convierte en animal, en insecto, en copla. Puede volverse río o vendaval. Puede tener alas de mariposa o cuerpo de tambor. El carnaval le da poderes que no figuran en libros, pero sí en la piel de quienes lo han sentido.
Y cuando el aplauso regresa al que lo dio, regresa cambiado. Regresa con la risa del artista, con el polvo del paso de una carroza, con el ritmo de una murga. Entonces, también el público se transforma. Porque en Ipiales, nadie asiste al carnaval: todos lo crean.”
La imagen está protagonizada por una figura suspendida en el aire, cuyos brazos abiertos no buscan equilibrio: lo ofrecen. En palabras del artista, “ella no se impone, se vuelve parte del aire, del coro, de la euforia común que la levanta como un canto en una plaza llena”. Una trenza espiral que gira como el tiempo de las abuelas atraviesa la imagen, uniendo generaciones y emociones desde lo más alto.


🖌️ El autor: Luis Efraín Sarasti Ramírez
Luis Efraín Sarasti Ramírez es un joven ipialeño con una destacada trayectoria artística y académica. Ingeniero bioquímico graduado de la Universidad de Antioquia, pertenece a una familia de artesanos y creadores profundamente ligados al Carnaval Multicolor de la Frontera.
Desde la infancia, su conexión con el carnaval ha sido natural, acompañando a su madre, Elenita Ramírez Grijalba, reconocida diseñadora de disfraces ganadores en categorías como “años viejos tradicionales” y “disfraz por pareja”. También ha colaborado con su tía Yolanda Ramírez, su padre —participante constante del carnaval— y su abuelo paterno, don Luis Sarasti, recordado por su participación en murgas, disfraces y viudas de año viejo.
Luis Efraín ha construido una carrera que integra diseño, ilustración digital, escritura y participación en eventos culturales. En 2023, ganó el concurso para el afiche del XVII Festival Internacional Ipiales Cuna de Grandes Tríos con su propuesta “Cuerdas y Cumbres”. Ese mismo año fue seleccionado como autor del afiche del Carnaval 2023–2024, rindiendo homenaje a su madre con la obra “Reina de todas las Fiestas”.
En 2025, volvió a conquistar el festival al ganar el concurso para el afiche de la XVIII versión del Festival Internacional Ipiales Cuna de Grandes Tríos, que se celebrará en octubre. Estos logros confirman no solo su talento, sino también su firme compromiso con el patrimonio cultural de su tierra.
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Las 17 propuestas que fueron inscritas para el concurso de la imagen oficial del Carnaval Multicolor de la Frontera 2025-2026

Oralidad del carnaval.
El carnaval multicolor de la frontera, va más allá de la fiesta popular y su base histórica se encuentra intrínseca entre la historia popular de sus participantes, los artista y artesanos del carnaval, quienes a través de sus participaciones nuestro
carnaval multicolor de la frontera a evolucionado de una manifestación meramente festiva, a una muestra de identidad, cultura y tradición de Ipiales, desde la tradición indígena, hasta las costumbres sincréticas de la región, el carnaval esa lleno de color, cosmovisión, paisajismo, agricultura, flora, fauna e identidad regional. De ahí el decir que el carnaval Multicolor de la Frontera creció, y seguirá creciendo
por medio de la oralidad regional, construida y representada por el artistita y artesano a través de la danza, el teatro, la música, la plástica para el citado, para el espectador y también para el Turista

La senda jugada
Esta propuesta gráfica para la imagen del Carnaval Multicolor de la Frontera gira conceptualmente en torno al juego como estructura unificadora del carnaval, entendido no como entretenimiento, sino como un dispositivo cultural que permite la expresión libre, la subversión simbólica y la participación colectiva. Busca, como en el carnaval que retrata, evocar una fiesta en tránsito. En ella tenemos, en el centro, a una figura infantil, enmascarada y festiva, que parece bailar sobre una senda que va más allá del camino, pues pretende ser huella ritual de color, de alegría tricolor que une a quienes asisten al carnaval. Estos ríen, tocan, danzan y observan. Participan y son el carnaval. Su máscara no oculta, revela. No cubre el rostro, sino que activa el personaje. No hay en ella disfraz, sino presencia. Nos recuerda que en el juego, como en la infancia, todo es real, aunque todo sea representación.
A su alrededor, múltiples personajes surgen de la misma energía vital, músicos que soplan vientos andinos, danzantes de Males, niños y niñas que pintan con gestos y risas. Nadie queda fuera, todos están en el juego. Y el juego es el carnaval. Y el carnaval es lo que sostiene el mundo, aunque el mundo lo haya olvidado.
Detrás, las cúpulas de piedra de un santuario suspendido en el abismo nos devuelven al territorio. Las Lajas no es aquí sólo arquitectura religiosa, sino símbolo de lo sagrado cotidiano, de lo que emerge entre el gozo y la montaña. Los colibríes no vuelan por azar, tejen, como antiguos cronistas alados, la conexión entre cielo, flor y pueblo. Y en los pliegues de los cerros, verdes como memoria húmeda, se adivina la fuerza del sur, el aliento de frontera.
El uso del color es radical. Los fucsias, magentas y turquesas tienen la intención de ser pigmentos de júbilo. Pero también son los restos visibles de una guerra jugada con cariño, porque lo que ocurre aquí es una partida de “la pintica”, ese juego ancestral en el que el cuerpo se convierte en lienzo y el gesto en arte efímero. Aquí nadie gana ni pierde: todos se transforman.
Esta imagen busca encarnar el mensaje. Lo hace en clave de celebración, de ritmo, de danza coral. Y si el arte es posible —como se ha dicho— porque el juego lo antecede, entonces este cartel es arte en su forma más elemental, arte que surge de la infancia
común, del ritual compartido, de la risa liberada, del abrazo visual que es pintar juntos o “pintarnos juntos ” una memoria.

Dualidad.
“Dualidad” es una obra que celebra el Carnaval desde sus contrastes más esenciales: día y noche, color y trazo, creación en proceso y obra final.
A la derecha, los colores vibrantes y la luz del día marcan el inicio del Carnaval. El jaguar, protagonista de la carroza, refleja la majestuosidad de la fiesta, acompañado por la danza, el folclor, la fauna y la arquitectura viva de Ipiales. Es una escena donde todo estalla en movimiento, celebración e identidad.
A la izquierda, el púrpura da paso a la noche y a la música. Allí, el puma se presenta como figura poderosa, dibujado con líneas que remiten al boceto, a lo inacabado, al proceso artístico que muchas veces se oculta. En este espacio se visibiliza también la música: los conciertos que acompañan y complementan al Carnaval.
Ambas mitades están unidas por un marco que emerge de la carioca, una alusión al juego y la alegría, símbolo lúdico que enmarca el Carnaval como un territorio creativo.
Así, “Dualidad” no solo muestra el Carnaval: lo piensa desde sus formas, sus colores y sus tiempos, como un puente entre lo que somos y lo que celebramos.

Con Las Manos En El Carnaval.
Presenta en primera instancia al “Taitico Danzarín”, figura emblemática del carnaval del sur de Nariño. Representa un espíritu protector, un taita encargado de cuidar la fertilidad de la tierra, la cosecha y el equilibrio con la naturaleza, bailando en esta ocasión para celebrar nuestras fiestas culturales. Inspirado en la escultura del Atlas, el Taitico Danzarín carga con este mundo de alegría, cultura y arte, representando que somos nosotros mismos quienes debemos mantener vivas estas tradiciones, orgullo de los ipialeños.
“Con las manos en el carnaval” representa a todos los que hacen posible estas manifestaciones artísticas y culturales. Desde cada oficio y profesión se busca mostrar lo mejor de nuestra región: artesanos que nos ofrecen majestuosas obras de arte, las personas encargadas de maquillajes de los artistas, creativos que desde sus trazos y piezas graficas muestran nuestra identidad, escenógrafos en los shows de la plaza, confeccionistas que visten a cada participante, músicos, bailarines, comparsas y camarógrafos que inmortalizan en fotos y videos nuestras fiestas, todos son fundamentales para esta celebración y la obra además de representar el carnaval mismo busca enaltecer a todos los participantes y colaboradores que hacen posible esta celebración.
También lo componen animales de la región: el jaguar andino, símbolo de fuerza ancestral; el colibrí, que representa lo sagrado de la naturaleza; y el cuy, ícono de nuestra gastronomía. Se muestran en la parte inferior del mundo del carnaval casas del “Charco” con símbolos orgánicos y zoomorfos de los antiguos pueblos indígenas, una carroza y bailarines recorriendo la senda del carnaval, montañas coloridas como tapiz de retazos que evocan nuestros cultivos, y en la parte superior, la Plaza del 20 de Julio, lugar de encuentro, baile y celebración musical.
La paleta cromática fue elegida teniendo en cuenta la alegría que trae nuestro carnaval sin restarle seriedad a este importante evento, las tipografías fueron organizadas jerárquicamente y elegidas de acuerdo al contexto andino que representa nuestro carnaval y fueron organizadas de forma que transmita festividad, dinamismo y movimiento. ¡Ya te agarré, con las manos en el carnaval!


“Olla De Encantos”
En el transcurrir de los días y debido a la erosión tecnológica individualizada del planeta,
nos ha dejado de interesar lo que inspire cada momento, cada persona, y cada ser en diferentes situaciones; hasta tal punto que esto se ha vuelto un encantamiento misterioso o un enigma sin resolver. Cada uno es forjador de su propia historia, y en este caso, diríamos que cada duende es forjador de su propio encantamiento, guardándolo en una vasija de barro llamada identidad. Es así como todos los duendes de estos vastos territorios Pastos comparten sus encantamientos unos a otros; generando sensaciones encontradas, desinformación y una especie de caos místico y carnestoléndico, que por tradición se lo ha llamado Carnaval. Ahora bien, como en toda festividad y acto protocolario, en él debe existir un duende mayor, para que reine sobre el descontrol del color, la efusividad y la fiesta en los territorios; muchas veces este personaje utiliza y guarda sus máscaras en cada ocasión, para no atentar contra todo el universo de saberes, de relatos, de creencias, de toda la riqueza que
conservan los encantamientos desde tiempos remotos e inmemorables, y en el vientre oscuro y fresco de la vasija de barro de nuestra identidad, se guarda todo el compendio místico, fantástico, y ancestral que encierra nuestra forma de vivir, de sentir, de obrar y de celebrar. Sin embargo, este gran tesoro, esta simple olla de barro, se ha visto amenazada, esta en peligro de romperse debido a las fuerzas externas que la quieren destrozar, para después perder y acabar todos los saberes, la magia, y los relatos ancestrales, extinguiéndolos para siempre de nuestro existir. Puede ser también que nuestra olla de barro tienda a quebrarse por las patadas tan exorbitantes y los golpes tan tremendos de aquellos seres legendarios de carácter malvado queriendo robarse este gran tesoro; no controlaran su forcejeo y sin querer, uno a uno, entre encantamientos, embrujos y hechizos serán desatados, perdidos, y extintos. ¿Y qué va a pasar cuando nuestra olla se quiebre, se rompa? Utopías milenarias, saberes fantásticos, la magia ancestral, las leyendas, mitos, tradiciones y costumbres se irán, se acabarán, volarán al ritmo del viento, perdiéndose en la inmensidad. En este punto, tratar de recuperarlos sería un imposible; por esto y antes que ocurra la anterior premonición, debemos evitar que se extingan, que se vayan para siempre de nuestra cotidianidad y de nuestra identidad, para lo cual proponemos resguardar nuestra olla, nuestros saberes, nuestra idiosincrasia, nuestra “buena malicia”, nuestra cultura. No dejar que las patadas de mujeres mulas, de cueches malvados, de brujas y seres fantásticos de otros idearios vengan a robar lo nuestro, y sin querer, dejar que otros rompan
o quiebren nuestras vasijas. Procurar también que en la vasija se sigan guardando todos los compendios milenarios, fantásticos, jolgorios, y tradicionales para el enriquecimiento de nuestro vivir, de nuestro obrar, de nuestro “modus celebrandi” Para que cuando la enterremos el día que partamos del mundo terrenal, nuestros hijos, y las generaciones siguientes la descubran, compartan la tradición, la muestren y luego guarden muchos más saberes para qué la vuelvan a enterrar. Tampoco debemos guardar en nuestra olla rencores, venganzas, saberes insulsos, faltos de tradición y carentes de ancestralidad, cortinas de humo contagiadas de otras culturas, de otros mundos; no llenemos la olla de “malos encantamientos”, de estereotipos ajenos, de contaminación artificial; porque de lo contrario no sabríamos si nuestra olla, llena de tanta basura vaya a resquebrajarse y a quererse desbaratar.


NATIVA.
“Nativa” nos reconecta con nuestro lugar de origen, con la diversidad cultural, la cosmovisión, las tradiciones, el folclor y la historia de nuestra región; resalta la riqueza e identidad de un pueblo pasto. La propuesta está inspirada en los elementos culturales
andinos utilizados en el carnaval, donde convergen lo natural y la fantasía, lo tradicional y lo contemporáneo, para dar paso a grandes expresiones artísticas creativas y con su colorido
vibrante característico que refleja alegría y pasión. La mano extendida resalta esa invitación para unirse a las festividades, un espacio de encuentro y celebración, y también como una ofrenda, símbolo de que para los artistas y artesanos el carnaval es parte fundamental de la identidad de este territorio.
En este sentido, el carnaval se convierte en un momento de encuentro y celebración, donde
la comunidad se une para compartir su herencia cultural y su creatividad. La propuesta “Nativa” busca rescatar y preservar la esencia de nuestra cultura, y al mismo tiempo, innovar y crear nuevas formas de expresión artística. De esta manera, se logra una fusión perfecta entre la tradición y la modernidad, que refleja la riqueza y la diversidad de nuestra región.
“Nativa” nos reconecta con nuestro lugar de origen, con la diversidad cultural, la cosmovisión, las tradiciones, el folclor y la historia de nuestra región; resalta la riqueza e identidad de un pueblo pasto. La propuesta está inspirada en los elementos culturales
andinos utilizados en el carnaval, donde convergen lo natural y la fantasía, lo tradicional y lo contemporáneo, para dar paso a grandes expresiones artísticas creativas y con su colorido
vibrante característico que refleja alegría y pasión. La mano extendida resalta esa invitación para unirse a las festividades, un espacio de encuentro y celebración, y también como una ofrenda, símbolo de que para los artistas y artesanos el carnaval es parte fundamental de la identidad de este territorio.
En este sentido, el carnaval se convierte en un momento de encuentro y celebración, donde
la comunidad se une para compartir su herencia cultural y su creatividad. La propuesta “Nativa” busca rescatar y preservar la esencia de nuestra cultura, y al mismo tiempo, innovar y crear nuevas formas de expresión artística. De esta manera, se logra una fusión perfecta entre la tradición y la modernidad, que refleja la riqueza y la diversidad de nuestra región.

Ipiales Es Color.
“Ipiales es color” es una ilustración nacida del corazón del Carnaval Multicolor de la Frontera, una fiesta donde la memoria, la identidad y el arte popular se festejan en un abrazo. Esta obra es un homenaje visual a la riqueza cultural de Ipiales, una tierra donde cada enero el alma del pueblo se viste de colores para danzar, recordar y resistir.
La imagen está compuesta por elementos simbólicos que representan las distintas modalidades del carnaval, como los danzantes que avanzan con pasos que narran historias, portadores de energía ancestral que conectan el presente con lo sagrado.
Está también el maestro, en representación de los guardianes del arte y la tradición, quienes con sus manos moldean sueños, trajes, comparsas y escenarios llenos de vida. Cada uno representa la herencia de un pueblo que ha aprendido a transformar su historia en celebración.
La cultura indígena, base espiritual y simbólica de nuestra región, también se hace presente con fuerza y respeto. Rostros, formas y símbolos que evocan nuestros orígenes nos recuerdan que antes del ruido, estuvo la sabiduría; que antes del carnaval, estuvo la raíz. Esta presencia ancestral es un hilo invisible que sostiene el alma de la fiesta, un llamado silencioso a no olvidar de dónde venimos.
Todo en esta ilustración está compuesto con una paleta de colores viva, intensa y festiva, porque el carnaval es color, pero no solo como estética, sino como lenguaje del alma. El color aquí es identidad, emoción, memoria y frontera que se difumina en el encuentro entre culturas. Es un universo que se despliega para decirnos que, en Ipiales, cada trazo tiene historia, cada máscara tiene un nombre, y cada movimiento es parte de una verdad compartida.
“Ipiales es color” es más que una imagen; es un acto de amor a esta tierra que resalta entre montañas y fronteras, que canta en lenguas diversas, que se levanta cada año para celebrar lo que somos con el cuerpo, con la voz y con el arte. Es una invitación a mirar más allá del festín visual, a sentir el pulso de un pueblo que se expresa, se reconoce y se honra a través del carnaval.
Porque en Ipiales, el color no solo se pinta… se habita.


Colores de un pueblo que lucha
Esta propuesta, titulada “Colores de un pueblo que lucha”, nace del deseo profundo de enmarcar la identidad viva de Ipiales y su gente: trabajadora, creativa, solidaria. En este afiche, cada trazo y color celebra a los artistas, músicos, danzantes y artesanos que, con sus manos y corazones, hacen posible el Carnaval Multicolor de la Frontera.
La ilustración está encabezada por una mujer andina madre, abuela, guía que camina con alegría mientras carga a cuestas todo el espíritu del carnaval: las iglesias, los niños, las máscaras, los músicos, los animales, las flores, la danza símbolos que representan el alma de un pueblo que transforma su historia en fiesta.
El fondo vibrante, lleno de elementos naturales y urbanos, representa el abrazo entre tradición y territorio, en una convergencia que une no solo a Ipiales, sino también a los pueblos hermanos de la frontera.
Con respeto y estima, esta pieza busca ser una ofrenda visual a quienes, año tras año, hacen del carnaval una celebración inolvidable. Porque aquí, en estos colores, late la fuerza de un pueblo que no olvida sus raíces ni su lucha diaria.

Aquí se canta, se pinta y se goza.
El afiche propuesto para el Carnaval Multicolor de la Frontera 2025–2026 lleva por título “Aquí se canta, se pinta y se goza”, una frase que resume el espíritu festivo, libre y colectivo que se vive en Ipiales durante esta celebración. A través de una imagen potente y colorida, se invita a propios y visitantes a formar parte de una fiesta donde el arte popular, la identidad local y la alegría se hacen visibles en cada rostro.
La figura central del afiche es una mujer que expresa con fuerza y emoción el grito festivo del carnaval. Su gesto representa a todos los que viven con intensidad estos días de celebración. A su lado, una bailarina en movimiento simboliza la danza y la música que envuelven las calles de Ipiales, mientras que el personaje caracterizado de “indio” evoca la tradicional entrada de la familia Ipial, una de las expresiones más queridas y reconocibles por los ipialeños, que representa el teatro y la memoria cultural del pueblo.
El fondo presenta un cielo con nubes verdes, un rasgo muy característico del paisaje de Ipiales, que refuerza la conexión con el territorio. Sobre la palabra “MULTICOLOR” se destaca una mancha de pintura hecha con el dedo, que representa la pintica, un gesto simple pero poderoso con el que se marca la pertenencia a esta fiesta: la pintura en la cara como símbolo de alegría, juego y libertad.
Este afiche busca transmitir con claridad el mensaje de que el Carnaval es de todos, y que en Ipiales, se canta, se pinta y se goza con el alma.

“El Rey Machín”
Desde tiempos inmemorables nuestro municipio muestra la cultura a través del carnaval multicolor de la frontera, conocidos como uno de los mejores del mundo; que lleva gran trascendencia a lo largo de las generaciones, sin dejar la importancia de ellos mismos que es mostrar la cultura de nuestros pueblos y de cómo se disfrutaba las fiestas en conmemoración de su libertad y resistencia contra el poder colonial; con el paso de los tiempos este legado se ha fortalecido mostrando las raíces de nuestros ancestros y la majestuosidad del aporte de los artesanos a cada pieza que da vida al carnaval.
En este póster podemos apreciar un niño figura principal de ella que representa la inocencia que hace parte de la fiesta con su alegría y picardía, se denotan colores llamativos que son la esencia de los pueblos, el tocado de plumas representado a los danzantes que protagonizan cada senda del carnaval; está también el mono que hace parte de las ilustraciones o también diríamos petroglifos de nuestros antepasados que realizaban en piedras o en diferentes objetos haciendo referencia a su conducta juguetona y a veces disruptiva. El mono encarna la curiosidad y habilidad para explorar el entorno; así como llegan nuestros turistas con asombro y deseo de vivir nuestras fiestas. Y es que el carnaval es eso: una explosión de colores vivos, alegría, felicidad, diversión y fiesta.
Por lo tanto, esta imagen es una vibrante invitación de colores para que nuestra gente, y el mundo entero pueda apreciar de manera directa nuestra tradición, esa que plasmamos con orgullo cada inicio del año, mostrando así que a partir de la felicidad y alegría le damos la bienvenida a un nuevo ciclo de esperanza y prosperidad; recordando que el carnaval multicolor de la frontera más que una fiesta es la expresión viva de quienes somos.

Renacer andino: carnaval desde el cuerpo.
En esta obra, el Carnaval de la Frontera se encarna en una mujer que sostiene en sus manos la fiesta, la memoria y el renacer. Su cuerpo está hecho de retazos, como un tapiz de tejidos culturales, donde se entrelazan las historias de un pueblo que
resiste y celebra.
Desde sus hombros brotan colores, danzantes, máscaras y espuma, en un equilibrio entre lo ancestral y lo festivo. En su pecho, un tapiz multicolor da forma a su identidad; y en la parte inferior, ese mismo tejido comienza a arder: el año viejo se consume entre las telas, cerrando ciclos y dando paso a lo nuevo, como lo dicta la tradición.
Inspirada en símbolos de fuerza, sabiduría y naturaleza, su corona evoca la energía vital del territorio sin representar directamente a los animales sagrados, sino sus esencias. Las aves revolotean como pensamientos libres, y las máscaras cobran
vida como guardianes de la memoria.
Esta no es solo una ilustración de carnaval; es un cuerpo en resistencia, una llama encendida por la historia, y un homenaje a la frontera que une en vez de separar.

Místico Multicolor.
Tierra dulce y multicolor, esa es Ipiales, su tapiz de retazos, representación del verde en todos sus colores, vigilada desde la cordillera por volcanes, acariciada por páramos adornados con pacientes frailejones, tierra mística y luchadora guiada por la valentía del jaguar, llena de magia cultural y ancestral, sembradora de artistas y artesanos
cosechadores de sueños en la estampa maravillosa de nuestra gran fiesta, el carnaval multicolor de la frontera.

MI SENDA DEL CARNAVAL
Este cartel se erige como un estallido de identidad, memoria y color. En el centro, una figura femenina sonriente, de ojos inmensos y llenos de luz, nos recibe con un corazón oculto en sus pupilas, símbolo del amor por su tierra, por sus raíces, por el pueblo que habita la frontera entre sueños y tradiciones. Su cabello ondula en verdes, rojos y blanco, pintado con los colores de nuestro Ipiales, como si cada hebra narrara historias de generaciones enteras; las plumas que adornan su cabeza no solo hace referencia al carnaval multicolor de la frontera, sino herencia,
viento de los ancestros, alas del espíritu festivo que sobrevuelan nuestro tapiz de retazos, y de ellas, como brotando del alma misma, emerge imponente el Santuario de Las Lajas, convertido en corona sagrada; este símbolo entre lo sagrado y lo turístico es un faro que honra la fe, la historia y la arquitectura que une al pueblo con su esencia.
El fondo del cartel está tejido por los adoquines, esa senda de piedra que representa el camino del carnaval, el trayecto que une a niños, mayores, artistas, turistas y soñadores; el cielo y el fondo es verde como el tapiz de retazo de esperanza, salpicado de aves y serpentinas, donde la alegría se dispersa por donde uno camina; los niños, de todas las razas y colores, danzan y sonríen, proclamando que el carnaval no excluye, sino que abraza; la risa es el idioma común, la danza es el puente entre mundos. Las manos abiertas al frente del cartel no piden, ofrecen; Son el gesto ancestral de bienvenida; es Ipiales diciendo al mundo: “Aquí cabes, seas de donde seas” “Bienvenido”, y entre esas manos,
las dos máscaras del teatro ancestral, la risa y el llanto, nos recuerdan la celebración de la dualidad humana. Finalmente, a los costados y en el centro
inferior, se refleja las fachadas del charco y el personaje del cuy, con sombrero y poncho, se convierte en un guiño identitario, en un símbolo que une la gastronomía, la cultura popular y la ternura del pueblo nariñense.
Este cartel no es solo una invitación al carnaval, es un retrato del alma de Ipiales, un espejo de su gente, un poema visual que grita con orgullo: ¡somos frontera,
somos colores, somos carnaval!

Herencia Viva del Carnaval Multicolor.
El Carnaval Multicolor de la Frontera, orgullo de la ciudad de Ipiales, es mucho más que una celebración: es un legado que florece cada año entre colores, música, tradición y creatividad. En esta fiesta, la magia de las carrozas y cada una de las muestras del nuestro carnaval, cobra vida gracias al talento de artistas que, generación tras generación, han transmitido con amor el arte de construir sueños sobre ruedas.
Este carnaval no solo enaltece el ingenio humano, sino también honra la fauna andina y la riqueza natural del territorio, integrando en sus expresiones
culturales a los animales emblemáticos que habitan estas tierras. Así, el jaguar, el cóndor o la rana dorada se transforman en símbolos vivos del respeto por la
vida y el entorno.
Cada paso en este carnaval cuenta una historia. Una historia que pasa de abuelos a nietos, de artesanos a aprendices, fortaleciendo la identidad de un pueblo que celebra su diversidad, su frontera viva y su alegría sin fronteras.

Donde danza el sur y viven los colores.
Dentro de la propuesta se busca representar los orígenes del carnaval multicolor de la frontera, se hace especial alusión a las vestimentas típicas de danzas como la guaneña y el son sureño, representaciones artísticas típicas que hacen parte de nuestra identidad cultural como ipialeños e ipialeñas y nariñenses, la figura principal es representada por una niña simbolizando la presencia y actividad de las infancias para la construcción de esta fiesta, además, se busca representar como las raíces de nuestro carnaval aún sigue presentes en el alma de aquellos pequeños quienes son la respuesta para la continuidad del legado de artesanos, artesanas y artistas del carnaval.
Cada detalle de la composición representa elementos propios de nuestra cultura, iniciando por parte de la tipografía decorada con pictogramas representando las raíces indígenas de nuestro carnaval, en la vestimenta: la falda hace alusión a la tierra, el cultivo y a la “Colcha de retazos (….) verde de todos los colores” dicho por Aurelio Arturo, el chal representa un atardecer con nubes verdes insignia de nuestro municipio, en él se visibilizan figuras como el quinde (colibrí) representación de sabiduría, el mono simbolizando la creatividad, el santuario de las lajas y nuestra señora de las Lajas símbolo de fe e identidad,
instrumentos musicales parte importante de la fiesta y la presencia de rostros que simbolizan la diversidad y las distintas emociones de aquellos participes y espectadores del carnaval, desde las inconsolables viudas con sus rosarios hasta los alegres actores de las comparsas teatro, simbolizando como nuestra fiesta a crecido saliendo del imaginario colectivo a materializarse en lo que es hoy.
Finalmente, en el fondo hay una representación del sol simbolizando como la fiesta llega a iluminar nuestras vidas, el fondo se contempla personas bailando y la emblemática plaza 20 de julio, lugar en donde culmina la fiesta del carnaval y las personas disfrutan de la fiesta y surge la añoranza de volver el aproximo año a el carnaval en “Donde danza el sur y viven los colores”

Aplauso de Carnaval
En Ipiales, el carnaval no se contempla: se habita. Basta un solo paso en la senda para saber que todo puede mutar. Aquí, el aplauso no es un gesto: es chispa sagrada. Quien lo recibe no vuelve a ser el mismo. Quien lo da, tampoco.
Cuando la comparsa avanza, cuando el disfraz aparece, cuando la danza rompe el aire, las palmas del público se convierten en ráfagas de energía, abrazos a la distancia y en pólvora de alegría. Ese aplauso va y viene, como el pulso de una criatura viva. Y con cada oleada, el artista crece: se convierte en animal, en insecto, en copla. Puede volverse río o vendaval. Puede tener alas de mariposa o cuerpo de
tambor. El carnaval le da poderes que no figuran en libros, pero sí en la piel de quienes lo han sentido.
Y cuando el aplauso regresa al que lo dio, regresa cambiado. Regresa con la risa del artista, con el polvo del paso de una carroza, con el ritmo de una murga.
Entonces, también el público se transforma. Porque en Ipiales, nadie asiste al Carnaval, todos lo crean.
Detrás de ella, una trenza espiral gira como el tiempo de las abuelas. Esa trenza no peina: cose, une desde lo alto, su cuerpo no se sostiene sino que se entrega.
Suspendida entre los gritos y las notas, parece flotar por encima del ruido, sostenida por el ritmo colectivo, Sus brazos abiertos no buscan equilibrio, lo ofrecen, Ella no
se impone, se vuelve parte. Parte del aire, del coro, de la euforia común que la levanta como se levanta un canto en una plaza llena. Y los cose al presente, a una explosión de ahora, donde los niños y los viejos gritan al mismo tiempo, y con la misma fuerza.
Aquí, uno no marcha junto a extraños: marcha con reflejos propios que aún no conocía. El carnaval borra distancias, mezcla edades, disuelve los nombres. Todos empujamos la misma carroza. Todos somos una misma ola de color.
Entre aplausos que viajan y regresan, entre miradas que se reconocen sin haberse visto nunca, Ipiales celebra lo que el mundo olvida: que la alegría también es un superpoder, y que se multiplica cada vez que alguien se atreve a aplaudir con el alma entera.


Rostros de Carnaval.
La propuesta gráfica titulada “Rostros de Carnaval” es un homenaje visual a las icónicas carrozas que desfilan durante el Carnaval Multicolor de la Frontera en Ipiales. Esta ilustración recoge la esencia simbólica, artística y emocional del evento, integrando una composición cargada de color, energía y expresión cultural.
En el centro de la imagen se alza una figura femenina con un tocado de ave, que representa el espíritu del carnaval: fuerza, tradición y belleza. A su alrededor emergen rostros híbridos de animales fantásticos y máscaras humanas, evocando la diversidad creativa de los artesanos que dan vida a las monumentales carrozas. Cada rostro es una alegoría del imaginario popular del
Carnaval: la fiera, lo mitológico, lo ancestral y lo moderno conviven en un mismo plano visual.
El estilo visual remite a una estética neo-pop con tintes psicodélicos, destacando el trazo marcado, las sombras dramáticas y una paleta cromática vibrante que simboliza la intensidad del carnaval.
Las manos y criaturas que emergen en la parte inferior refuerzan la idea de un universo fantástico y artesanal que brota de la tierra ipialeña.
En la base, la tipografía integra el nombre del evento con la silueta de la ciudad de Ipiales, estableciendo un vínculo visual directo entre el carnaval y su territorio. La ciudad no solo es el escenario, sino también el origen de esta tradición festiva.
Esta pieza no solo busca promocionar el carnaval, sino capturar su energía, su identidad y su arte efímero transformado en símbolo permanente.


Concurso de Crónicas y Fotografía: Carnaval Multicolor de la Frontera 2025
“Quince propuestas fueron presentadas en el primer concurso de crónicas periodísticas y fotografía sobre el Carnaval Multicolor de la Frontera 2025, organizado por el Secretariado Diocesano de Pastoral Social.
LA IPIALEÑÍSIMA se complace en publicar los trabajos y fotografías inscritos.”

“Senda de colores” será la imagen oficial del Carnaval Multicolor e la Frontera 2024-2025
De acuerdo al concepto del jurado, la propuesta gráfica “Senda de colores” cumple con todos los requerimientos establecidos en la convocatoria y hace que se convierta en una pieza única y digna de representar la fiesta cultural de Ipiales.

Motivos ganadores en el Carnavalito 2024
559 niños y niñas participaron en las cuatro modalidades del carnavalito el 4 de enero de 2024. El desfile estuvo encabezado por la reinita Daniela Sofia Chamorro Chitán. El acalde Amílcar Pantoja junto a la Gestora social del Municipio y sus dos hijas, participaron representando personajes como “l Sombrerero” de la película “Alicia en el país de las maravillas”.

Ganadores del Carnaval Multicolor de la Provincia
El Carnaval Multicolor de la Provincia se realizó el pasado 3 de enero de 2024 dentro del Carnaval Multicolor de la Frontera de Ipiales Nariño, en él participaron los 12 municipios de la ex Provincia de Obando, del Norte Ecuatoriano y el departamento de Arauca. Tres modalidades se premiaron.
Más del Carnaval
“Senda de colores” será la imagen oficial del Carnaval Multicolor e la Frontera 2024-2025
De acuerdo al concepto del jurado, la propuesta gráfica “Senda de colores” cumple con todos los requerimientos establecidos en la convocatoria y hace que se convierta en una pieza única y digna de representar la fiesta cultural de Ipiales.
Motivos ganadores en el Carnavalito 2024
559 niños y niñas participaron en las cuatro modalidades del carnavalito el 4 de enero de 2024. El desfile estuvo encabezado por la reinita Daniela Sofia Chamorro Chitán. El acalde Amílcar Pantoja junto a la Gestora social del Municipio y sus dos hijas, participaron representando personajes como “l Sombrerero” de la película “Alicia en el país de las maravillas”.
Ganadores del Carnaval Multicolor de la Provincia
El Carnaval Multicolor de la Provincia se realizó el pasado 3 de enero de 2024 dentro del Carnaval Multicolor de la Frontera de Ipiales Nariño, en él participaron los 12 municipios de la ex Provincia de Obando, del Norte Ecuatoriano y el departamento de Arauca. Tres modalidades se premiaron.