Opinión
A Propósito de “Jorge Eliécer Gaitán y el 9 de abril en Ipiales”
El Alcanforísmo Político del Liberalismo Gaitanista
“Colombia ha sido narrada pero no ha sido contada… todo lo que ha estado pasando ya pasó, ya fue escrito…”, anota el bogotano Ricardo Silva Romero, escritor, periodista, guionista y crítico de cine. Afirmación que puede comprobarse cuando se está frente a una magnífica colección como la del periódico Sur Liberal, semanario Ipialeño, cuya primera edición apareció pocos meses después del trágico 9 de abril de 1948.
En sus páginas este órgano informativo del Partido Liberal de Obando, evidencia una máxima del ejercicio periodístico: “la verdad no se entierra con los muertos”. La verdad sobre Ipiales, ya ha sido contada, ha sido vivida y aunque olvidada puede ser desentrañada para bien de nuestro devenir histórico. Si lo fue para Colombia entera, para Ipiales el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán constituyó el acontecimiento político más dramático y trascendental; y como ha venido ocurriendo en todo el País.
Desde la desaparición del caudillo Liberal, no ha cambiado nada de lo fundamental pues los acontecimientos no fueron los causantes de la violencia a la que estaban abocados los obandeños; lo que pasó es que la violencia se polarizó, se recrudeció y hasta hoy podemos afirmar que los sujetos de la violencia han cambiado de nombre sin que la violencia haya cambiado de rostro. Otra de las verdades es que en Ipiales, antes de aquel fatídico viernes 9 de abril, no fueron tantos los liberales seguidores de Gaitán puesto que muchos de ellos eran “Turbayistas”, -simpatizantes de Gabriel Turbay-; el liberalismo tuvo muchas diferencias con Gaitán, ya que a raíz de lo acontecido en 1946, lo acusaba de haber permitido el ascenso del conservatismo al poder aunque, poco más tarde, fuese proclamado jefe único del Partido Liberal, como una forma de cerrar filas ante la persecución del partido de gobierno.
Jorge Eliécer Gaitán Ayala alteraba la composición del liberalismo pero al final, este Partido, ya le debía respeto y admiración al prohombre que poco a poco estaba revaluando las tesis políticas en favor de la ideología liberal, trazaba las rutas del socialismo como las del porvenir del Partido y, paulatinamente, venia ganando un abrumador respaldo popular.
En Ipiales, los “Gaitanistas”, en su mayoría, eran ciudadanos del común, no participaban activamente en política, meros instrumentos pasivos que sólo se manifestaban en las jornadas electorales o en las visitas que el Caudillo hizo a la denominada “Plaza Roja del Sur de Nariño”. En ese entonces existía una desorganización política, además que eran muchos los conservadores que vivían en esta ciudad, los ideólogos, los políticos, los dirigentes liberales estaban matriculados a otras corrientes del “Liberalismo” y, por el contrario, veían en Gaitán una amenaza para sus intereses económicos y políticos.
Carlos Lemons Simmonds, refiriéndose a la figura de Gaitán y su trascendencia en el País escribió que “la historia no está sometida a leyes inmutables sino que la zarandean a su antojo, el azar, la casualidad, y la intervención de un sólo individuo o un sólo accidente en un sólo decisivo instante, puede trastornarlo todo para bien o para mal”.
Algo extraordinario les ocurrió a los liberales ipialeños, cuando pasada la 1:00 de la tarde del 9 de abril de 1948, estupefactos escucharon en el radio público ubicado sobre la calle 9ª de la Plaza 20 de Julio, -en la sastrería de don Victoriano Almeida- que el jefe máximo del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, había sido víctima de un atentado criminal; fue cuando los liberales, -“gaitanistas” o no-, se sintieron más liberales que nunca, se contagiaron del ambiente de dolor y rabia que surgía desde las emisoras bogotanas, que alrededor de las 2:00 de la tarde, confirmaban la muerte del Caudillo.
Nunca se entendió -ni se entenderá-, la trascendencia de lo ocurrido ese día en Ipiales; hoy después de 72 años, pocos ipialeños evocan y recrean el hecho a su manera: unos se inculpan entre sí, reclaman herencias ideológicas del “Gaitanismo”; pero, está comprobado que los muertos y heridos de ese día, como en toda rencilla revolucionaria, provenían de “ las bases” liberales, de jóvenes corajudos de incipiente conciencia política, cuyos sacrificios ahora están olvidados, que sólo distinguían el color de sus banderas no obstante compartir las mismas metas, los mismos ideales sus mismas pretensiones sin resolver.
Lo cierto es que desde aquel día del fatídico año 48, Ipiales también sufrió una etapa, aún más oscura de intimidación, censura, y supresión de los derechos fundamentales de quienes estuvieron en la revuelta del 9 de abril y de los que no, pero que de igual manera fueron perseguidos por el simple hecho de identificarse políticamente como “liberales”; muchos de esos ipialeños que quisieron participar de esa revolución, amorfa flor de un día, tuvieron que vivir muchos días de angustia fruto de un fanatismo obsecuente de una lucha sin causas claras.
Igual a lo ocurrido en el “Bogotazo”, simultáneamente en Ipiales, centenares de liberales de todos los tintes, desgastaron sus energías en una protesta ciega; ese 9 de abril los liberales ipialeños se creyeron más liberales que nunca contagiados por el dolor y la rabia de haberle matado a quien -en ese momento se dieron cuenta-, podría haber sido el redentor de la dignidad liberal y salvador de la Patria.
Sin embargo, muy pocos años después, los perseguidos del 9 de abril ya habían olvidado la fatídica fecha, ya habían olvidado a sus muertos y ya hacían parte de las nuevas componendas de los Partidos, siguiendo a nuevos líderes que proponían los postulados revolucionarios del “liberalismo “Santista” Lopizta”, o “Llerista”, en contraposición de las empolvadas tesis del “Unirismo” del finado Gaitán, para entrar a compartir el poder a través del Frente Nacional, para pretender “pacificar”, al menos, las contiendas partidistas porque al País ya no lo pacificaría nadie.
No obstante el Liberalismo ipialeño en la segunda mitad del siglo XX, en varias ocasiones, y desde los diversos movimientos, contó con gran representatividad en organismos del poder público, Liberales como: Ulpiano Rueda la Rota, Nelson Miranda Salazar, Gerardo Martínez Pérez, Nelson Enríquez de los Ríos, Guillermo chaves Chaves, Ernesto Vela Angulo, Manuel María Montenegro, Horacio Ortega, Leonel Chaves Agudelo, Miguel Ángel Pérez, Carlos Cabezas Villacrez, entre otros ocuparon escaños en el Senado de la República, la Cámara de Representantes, Ministerios, Corte Suprema de Justicia, Consulados , Embajadas etcétera.
Coincidimos –pero a medias- con el postulado de Silva Romero: En la política de Ipiales todo lo que está pasando ya pasó!… ya ha sido narrado, ya ha sido escrito; pero aún padecemos de esa contagiante enfermedad del Surrealismo mágico: “La peste del Olvido”.
La Humanidad y la Inteligencia Artificial: Reflexiones de Yuval Noah Harari
…Harari, compara la sobrecarga informativa con el consumo excesivo de alimentos: así como el cuerpo tiene un límite para procesar alimentos, la mente también tiene un umbral para manejar información…
Mantenemos este espacio para la convivencia y la reflexion, mediante la expresión libre e independiente, que refleja exclusivamente los puntos de vista de los columnistas.
Si bien no compromete la opinion de La Ipialeñisima, este no es escenario para atacar al pensamiento contrario.
COLUMNISTAS
LA PRESENCIALIDAD SIN GARANTÍAS
Por: Luis Alfonso Cabrera.
Con base en la Declaración Universal de los Sueños, de la Proclama Planetaria de los Pueblos Libres y Felices, de las Constituciones Políticas verdaderamente humanas, en memoria de millones de juglares, saltimbanquis y bufones del planeta, y encomendándonos a la protección de las musas, las hadas, ninfas, duendes, chutunes y cueches, se declara:
LA EQUIVOCACIÓN DEL GOBIERNO CIEGO, SORDO. MUDO E INCONSECUENTE
Por: Mario H. Pantoja B
… Si no tenemos datos, si hay, solamente, una encuesta manipulada en sus preguntas, que diga que por esta razón es conveniente que el Carchi a través del COE cantonal solicite al COE nacional recomiende al gobierno Nacional no abrir la frontera, estamos frente a una gran equivocación, a un craso error que está hundiendo día a día a los otros sectores que si pesan en la economía, como el industrial, la agricultura, la manufactura a una situación de la otra pandemia de la Economía, la crisis, el cierre , la quiebra…
La Vida Que Nos Deben
Por: Erlinto Velasco Artega
… En contexto del Covid -19, con el necropoder se decide quien merece ser rescatado y quien debe morir. Lo podemos apreciar muy claramente cuando al sistema de salud no se le inyectan recursos económicos suficientes para que se construyan más hospitales, se adquieran equipos de bioseguridad para el personal sanitario, para dotar a las instituciones de salud de más camas de cuidados intensivos, con ventiladores que permitan al enfermo de coronavirus suplir la función respiratoria hasta que los pulmones se recuperen…
El Trapo Rojo
Por: Henry Manrique.
En esta constante de crear actos comunicativos, la epidemia del COVID-19, permite el aporte de un lenguaje que no se sustenta en el alfabeto, pues la pobreza de cierta forma amordaza, sino en su simbología, lo visual; el trapo rojo; es un signo o símbolo que nos permitió descubrir el estado de pobreza y miseria en el que viven miles de colombianos.
Nariño y Belalcázar
Por: Juan Revelo Revelo
En medio de las manifestaciones contra las reformas que el gobierno de Iván Duque quiere imponer (tributaria, de salud, pensional y laboral), se han presentado algunas acciones de derribamiento de estatuas de personajes históricos, como actos de protesta y también como peticiones para reescribir la historia que algunos consideran ha sido distorsionada en los textos oficiales.
S.O.S Colombia
Por: Alveiro Tulcán Ortega.
Este texto no es para mamertos, es para abstencionistas, votiblanquistas y Uribistas. Después del cuestionado triunfo de Iván Duque a la presidencia con dineros del narcotráfico –DECIAN – los barristas de derecha a todo pulmón ¡DUELA A QUIEN LE DUELA! Les pregunto: ¿les está doliendo? Unos dirán que sí, otros no dirán una sola palabra…
UNA PROTESTA LEGÍTIMA
Por: Dario Pantoja B.
… No se trata solamente de manifestaciones espontáneas del pueblo, sino que tienen esa protección Constitucional y legal que todas las autoridades y la misma sociedad deben respetar, incluyendo a la parte de la comunidad que no necesita o no le interesa protestar…
BLANCA NAHUMI MORILLO BENAVIDES Parte II
Por: J, Mauricio Chávez Bustos
Esta segunda entrega abarca alguna correspondencia que la intelectual ipialeña me dirigió, la comparto porque se aprecia en ella la hondura de su pensamiento libertario, sobre todo en un género que se ha transformado, ya que lo epistolar a dado paso al correo electrónico, al mensaje en tiempo real, perdiendo, si se quiere, ese interés y hasta desespero cuando uno esperaba la correspondencia, en sobre con filos rojos, blancos y azules, ojalá estampillado y con el respectivo matasellos. Aquí las letras de esta ilustre ipialeña.
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