Opinión
La violencia contra la mujer no se erradica con regalos fucsias ni rondas
El exsecretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan. refiriéndose al acto de violencia contra la mujer lo calificó como “la más vergonzosa violación a los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe no podemos afirmar que hemos avanzado realmente hacia la igualdad, el desarrollo y la paz” agregó.
En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta la declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer en la que logra internacionalmente el reconocimiento y la comprensión de que la agresion a la mujer es una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación.
La plataforma de acción adoptada en la cuarta conferencia mundial sobre la mujer que tuviera lugar en Beijing (1995) asume la violencia contra la mujer como una de las 12 esferas de especial preocupación que deben ser objeto de particular hincapié por parte de los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad civil.
En Colombia, por violencia contra la mujer se entiende “cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado” (artículo 2, Ley 1257 de 2008)
Hace 12 años que en nuestro país fue aprobada la ley 1257 de 2008 y, a la fecha, a las mujeres las siguen asesinado en contextos de feminicidio; el objetivo de la norma no se ha cumplido y las mujeres no han podido dejar de vivir entre la zozobra de una vida violenta tanto al interior de sus hogares como en el ámbito público como el privado.
En lo que va corrido del 2020 se han registrado más de 50 feminicidios en Colombia, la mayoría durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus; en los municipios Las comisarias de Familia, las Fiscalía, las inspecciones de policía y Medicina legal están atiborradas de denuncias por violencia intrafamiliar, violaciones, lesiones familiares, entre múltiples delitos más. Las mujeres tienen que andar exhibiendo sus laceraciones, sus lagrimas y aún así no se las escucha.
Los gobiernos locales aprovechan esta fecha para poder gastar los escasos recursos destinados a la defensa del género, en regalos de detalles fucsias, en invitaciones a cantos y rondas, mientras que durante el año no se preocupan porque las mujeres tengan medidas de protección eficaces y medidas de atención reales, por exigir de las autoridades el cumplimiento estricto a las normas de defensa y a la protección de las mujeres que día tras días son violentadas tanto en sus derechos como en su integridad física.
En Colombia son pocas las fechas destinadas para celebrar, y el 25 de noviembre no es precisamente un día para celebrar sino para actuar, solidarizarnos y exigir verdad, justicia y bajos niveles de impunidad. Exigir que las mujeres tengan medidas de protección eficaces y medidas de atención reales.
“combatir la violencia contra las mujeres es un mandato universal que concierne a todas las personas, ya que se trata de un problema transversal de las sociedades”.

EN EL LIMBO DE LA DESIDIA.
Estamos en unos días donde el pánico gubernamental por la pandemia vuelve con las medidas coercitivas. Vuelve con el ‘decretismo’, la imposición y la perfidia…
Mantenemos este espacio para la convivencia y la reflexion, mediante la expresión libre e independiente, que refleja exclusivamente los puntos de vista de los columnistas.
Si bien no compromete la opinion de La Ipialeñisima, este no es escenario para atacar al pensamiento contrario.
COLUMNISTAS
Sálvese Quien Pueda
Por: Luis Alfonso Cabrera.
Un Plan de Desarrollo es un instrumento técnico y legal para organizar la brújula del municipio para lograr su desarrollo económico y social, con el fin de elaborar los diagnósticos y las alternativas más viables para solucionar problemas y promover el progreso. Nada de eso se hizo, el resultado fue un documento muy básico sin mayores pretensiones, apenas sobresalen unas obras de construcción que se llevan casi todo el presupuesto de los ipialeños. Con total ignorancia y descuido de los temas sociales, en medio de la peor calamidad del siglo.
EN EL LIMBO DE LA DESIDIA.
Por: Mario H. Pantoja B
… se requiere que nuestros gobernantes -lo repetimos- entren en un diálogo constructivo y de trabajo con los sectores económicos, para con ellos construir una agenda de trabajo y de acciones. No hay otra manera, sino estaremos perdidos en el limbo de la desidia.
El Trapo Rojo
Por: Henry Manrique.
En esta constante de crear actos comunicativos, la epidemia del COVID-19, permite el aporte de un lenguaje que no se sustenta en el alfabeto, pues la pobreza de cierta forma amordaza, sino en su simbología, lo visual; el trapo rojo; es un signo o símbolo que nos permitió descubrir el estado de pobreza y miseria en el que viven miles de colombianos.
No Puedo Respirar
Por: Alveiro Tulcán Ortega.
… No puedo respirar cuando recuerdo el caso de Fair Leonardo Porras Desaparecido, asesinado y presentado como guerrillero muerto en combate, en tiempos de la seguridad democrática. Fair, cuenta su madre Luz Marina Bernal “tenía 26 años, pero la mente de un niño de 10 años, no diferenciaba lo malo de lo bueno, era conocido por su espíritu servicial, realizaba mandados por propinas y todo el mundo lo quería, cuando ya entraba la tarde él llegaba con un dulce o una flor y me decía: mira madre me acordé de ti y te traje esto...
Un Gobierno sin Autoridad, ni Ética, Sin el Índice Acusador
Por: Dario Pantoja B.
Nuestros gobernantes se escudan en la indisciplina social para explicar -¿o justificar?- el alarmante incremento de contagios y muertes por la Covid-19, pero no aceptan que tienen gran parte de responsabilidad
La Vida Que Nos Deben
Por: Erlinto Velasco Artega
… En contexto del Covid -19, con el necropoder se decide quien merece ser rescatado y quien debe morir. Lo podemos apreciar muy claramente cuando al sistema de salud no se le inyectan recursos económicos suficientes para que se construyan más hospitales, se adquieran equipos de bioseguridad para el personal sanitario, para dotar a las instituciones de salud de más camas de cuidados intensivos, con ventiladores que permitan al enfermo de coronavirus suplir la función respiratoria hasta que los pulmones se recuperen…

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